Finalizado el mes de julio en la “Gran Carpa”, Luis Arráez tiene promedio de .381, lo que representa una ventaja de casi .050 puntos (.048 para ser exactos) sobre su más cercano perseguidor, su compatriota Ronald Acuña Jr.
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Ahora bien, el lunes en la derrota de los Marlins 4-2 en el primero de la serie ante los Filis de Filadelfia en loanDepot Park, el yaracuyano sumó su 16to juego de tres hits de la presente campaña y el 43ro con múltiples imparables.
Es así como el criollo cierra julio bateando .354: producto de 34 hits en 96 turnos. Amén de ocho dobles, un triple, 12 producidas, siete anotadas, OBP de .388 y OPS de .847 en 104 apariciones al apariciones al plato y 23 encuentros disputados.
Su total de hits en la campaña quedó en 149; líder de todo el beisbol, y que además lo coloca a uno de estar a medio camino de los 200 hits, cuando restan dos meses de zafra. Cabe destacar que Luis Arráez tiene hasta ahora un promedio de más de 35 incogibles por mes. Ello por supuesto lo pone muy dentro de las posibilidades de ingresar al club de las dos centenas.
Parte de los 12 con .381
No obstante, hay que acotar que sus .381 puntos de average en los primeros 107 partidos de la zafra, representan el 12do promedio más alto en esa cantidad de juegos desde 1941. Una lista comandada por supuesto por Ted Williams (.411), quien fue el último en batear más de .400 durante una contienda en el mejor beisbol del mundo, precisamente en ese citado año. Detrás de él están:
- John Olerud, .400 (1993)
- Nomar Garciaparra, .394 (2000)
- Andrés Galarraga, .392 (1993)
- Ted Williams, .391 (1957)
- Tony Gwynn, .390 (1997)
- Ted Williams, .386 (1948)
- Tony Gwynn, .385 (1994)
- Stan Musial, .385 (1948)
- Larry Walker, .382 (1997)
- Rod Carew, .382 (1977)
De ese grupo, hay que resaltar que Luis Arráez (.381) tiene el cuarto promedio más alto desde 1997. Y el más alto en las Mayores desde los .394 puntos de Garciaparra en el 2000.
Definitivamente es una historia muy rica la que está escribiendo el criollo, codeándose con insignes hiteadores a los que el oriundo de San Felipe no tiene nada que envidiarles.