El Ayuntamiento de la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos, aprobó esta semana una ordenanza denominada «ciudad santuario», que prohíbe el uso de recursos de la ciudad para la aplicación de las leyes de inmigración y que los departamentos de la ciudad compartan información sobre personas sin estatus legal. con el gobierno federal. las autoridades de inmigración. Esta medida se toma en anticipación de las deportaciones masivas anunciadas y prometidas por el presidente electo Donald Trump.
Los miembros del consejo votaron por unanimidad sobre la medida, uniéndose a más de una docena de ciudades de Estados Unidos con disposiciones similares. Ciudades o estados santuario no son términos legales, pero han llegado a simbolizar una promesa de proteger y apoyar a las comunidades de inmigrantes y de negarse a proporcionar información voluntariamente a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley de inmigración. Sus defensores dicen que son refugios para que los inmigrantes se sientan seguros y puedan denunciar delitos sin temor a ser deportados.
La medida vuelve al consejo para una segunda votación como mera formalidad. La alcaldesa Karen Bass, que tiene poder de veto, dijo que apoya la ordenanza.
Mientras Trump prometía implementar una fuerte represión contra la inmigración a su regreso a la Casa Blanca en enero, los defensores de la inmigración instaron a los miembros del consejo de Los Ángeles a actuar rápidamente.
El Departamento de Policía de Los Ángeles tiene una política que exige que los agentes no pregunten sobre el estatus migratorio de una persona ni realicen arrestos basándose en su estatus legal. Sus autoridades han prometido no cooperar con deportaciones masivas ni con agencias federales en temas de control de inmigración.
Siguiendo el ejemplo de Chicago
Antes de Los Ángeles, la ciudad de Chicago, en el estado de Illinois, Estados Unidos, había aprobado una ordenanza de «ciudad santuario» que prohíbe el uso de recursos municipales para la aplicación de las leyes migratorias dictadas por la futura administración Trump.
Según Global Refuge, una ciudad santuario es «una comunidad con una política, escrita o no escrita, que disuade a la policía local de informar sobre el estatus migratorio de individuos a menos que implique la investigación de un delito grave».
Estas áreas en su mayoría evaden las solicitudes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos para detener a inmigrantes indocumentados arrestados por delitos menores o bajo investigación local. De esta manera, promueve la separación entre leyes locales y federales, con el objetivo de proteger a la comunidad inmigrante y garantizar que estas personas puedan vivir sin el miedo constante a ser deportadas.