“La inmortalidad llega esta noche a Monterrey”… Luis Segura D.
Pregunta de la semana: ¿Por qué el Salón de la Fama del Béisbol Mexicano es considerado el mejor del mundo, después de Cooperstown?
La respuesta: Debido a que la sede, en Monterrey, Nuevo León, es un edificio construido específicamente para la causa, la selección cada año de los Inmortales es muy seria, y el manejo de dichas máquinas está en manos de verdaderos profesionales.
Esta noche, a las siete, se realiza la ceremonia de elevación del año 2023, que tiene un significado histórico muy especial: llega al Salón Alfredo Harp Helú, el tercero de los tres hombres que han sido significativos, únicos, en el protección y patrocinio para hacer posible la gloriosa historia de este espectáculo deportivo en territorio mexicano.
Los otros dos mecenas de la historia fueron Jorge Pasquel y Alejo Peralta.
Sin los tres, multimillonarios por sus emprendimientos más allá del béisbol, este espectáculo deportivo no sería tan grande como lo es en territorio mexicano.
Pasquel estaba muy por delante de las Grandes Ligas en dos aspectos importantes: contrató a muchos negros, antes de 1947, para jugar junto a los blancos en México; y todos ellos, blancos y negros, les pagaron impuestos mucho más altos de los que ganaban en Estados Unidos, para poder llevárselos.
Pasquel, quien llegó a ser dueño de todos los equipos de la Liga Mexicana, fue elevado al Salón de la Fama de Monterrey en 1971.
Peralta, ascendido en 1983, se convirtió en un amplio patrocinador de todos los propietarios de franquicias. Tanto es así que donó millones de dólares a varios equipos para que la liga pudiera sobrevivir a la huelga declarada por la ANABE en 1980.
Harp Helú convirtió la Ciudad de México en sede de las Grandes Ligas al construir un estadio para los Diablos Rojos, El Diamante de Fuego, con todas las características de los mejores de Estados Unidos. Y también donó el enorme y funcional edificio, exclusivo del Salón de la Fama, en Monterrey.
Junto a él, también son exaltados hoy Luis Arredondo, Roberto Vizcarra, Javier Robles, Noé Muñoz, Juan Gabriel Castro, Alejo Ahumada, Jesús Moreno y Tomás Herrera, según me informa el ingeniero Francisco Padilla Dávila, director del Salón.
Es por estos tres señores que 14 ligas profesionales de béisbol en México juegan buen béisbol durante 12 meses cada año. Como en ningún otro país de este mundo.
Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso a un lector como tú.