El poder de la palabra ha hecho que la selección Vinotinto Sub-23 sueñe con la clasificación a los Juegos Olímpicos de París. El juramento de la madre que Renné Rivas le hizo al árbitro sobre el manotazo que recibió en el área motivó que se consultara al VAR y el gol de penal de Kevin Kelsy para igualar (2-2) ante Argentina, salvó a Venezuela en la primera jornada de la última plaza. del preolímpico.
Hoy se necesita otro gran juramento de Rivas y de todo el equipo, como si fuera una montaña sagrada, de no dar descanso a la pelota ni descanso a las piernas hasta no haber superado una vez más el dominio que históricamente ha ejercido Brasil sobre el fútbol nacional. .
Este hechizo colectivo ya sirvió para propinarle una derrota inédita al poderoso conjunto verdiamarillo de esta categoría Sub-23 en la fase de grupos, pues Telasco Segovia, David Martínez y Matías Lacava surcaron las combinaciones, desbordes, paredes y definición para el triunfo. 3 -1 y sellar la clasificación para la gran final.
Esta vez será una batalla más exigente. Brasil no se quedará con nada en el banquillo. Empezará de cero con todas sus figuras, liderado por Endrick y la apuesta por ganar, porque el lunes perdió 1-0 ante Paraguay y otra derrota lo dejaría al borde.
La selección debe aprovechar la inyección emocional que le produce el delirio de aquel triunfo del jueves pasado sobre Brasil, y el empate del lunes con la Albiceleste, para convertirla en combustible de alto octanaje en Brígido Iriarte.
Uno de los problemas que tiene que solucionar el técnico argentino al servicio de la Vinotinto Sub-23, Ricardo Valiño, es la baja de Bryant Ortega tras recibir la estúpida y merecida tarjeta roja por agredir a un brasileño con un balón absurdo por la espalda. .
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El todoterreno del Caracas FC ha sido crucial para el funcionamiento del equipo y la Vinotinto lo extrañará. Ortega equilibra la defensa con sus inagotables pulmones para perseguir a los rivales, tapar y distribuir la jugada a través de sus pases remotos. Ese papel de volante omnipresente lo debe cumplir el guayanés Emerson Ruiz, el otro volante central con el que cuenta Valiño para dejar su alma en la cancha de El Paraíso.
Por lo demás, Valiño seguramente se quedará con los 11 que le han dado resultados sobre el césped. La sociedad entre Martínez, Segovia, autor de un sensacional doblete ante Brasil, y Lacava es intocable. Jovanny Bolívar, por su parte, se convirtió en la referencia ofensiva del área, porque tiene movilidad, marca y genera espacios.
Venezuela promete hoy a Brasil en busca de otra victoria imparable que la acerque a ver la luz brillante de la clasificación a los Juegos de París.