La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha respondido al menos a 7.100 respuestas sobre la ayuda humanitaria brindada en Venezuela durante 2022, a través de un innovador mecanismo que busca “escuchar la voz de los beneficiarios”, según datos del organismo internacional.
Las reacciones de la comunidad se canalizaron a través de la Línea de Contacto, una plataforma telefónica administrada por varias agencias de las Naciones Unidas, incluida la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) y el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (Unicef).
Se trata de comentarios, quejas y sugerencias expresadas de forma voluntaria, algunas de forma anónima, que son anotadas por personal de la ONU, quien reportó en 2022 una “tendencia” a los agradecimientos y sugerencias, sin aclarar si hubo número de quejas y de qué tipo.
Se llama a los usuarios de la Línea de Contacto a «pedir más información sobre las actividades humanitarias que se realizan en el país y aclarar dudas sobre la forma en que se realizan estas actividades», dice el informe de la organización, lanzado para respetar la organización. mandato de «responsabilidad con las comunidades».
«La gente puede alertar sobre el comportamiento inapropiado de los trabajadores humanitarios», por lo que la ONU espera que los beneficiarios utilicen este mecanismo «confidencial y seguro», especialmente cuando se produzcan acciones que puedan «causar daños en las comunidades».
Hasta el momento, insiste el organismo, la Línea de Contacto también ha servido para resolver algunas solicitudes de ayuda humanitaria, principalmente en temas como protección en casos de violencia de género, alimentación y acceso a tratamiento antirretroviral para personas con VIH.
Unas 2.800.000 personas recibieron algún tipo de ayuda en Venezuela en 2022, lo que representa el 53,8 % de la meta fijada por la ONU, de 5.200.000, en su plan para el pasado año.
Agencias