Los de apellido Delgado son casi todos gordos. Pero los Gordines son flacos… Ahora los Guerreros son muy pacíficos, mientras que a casi todos los Pazes les encanta pelear. Los de apellido Feliz son sufridos, pero Arriechi siempre está feliz. Y los de apellido Moreno son blancos, mientras que la mayoría de los blancos son negros.
Bueno, los de apellido Altuve no son altos. José mide cinco pies seis pulgadas, es decir un metro, 68, y actualmente es el más bajo de las Grandes Ligas.
Un menor jugó 14 años en las Mayores, 1968-1981, Fred Patek, campocorto de los Piratas, Reales y Angelinos, medía 5-5, un metro 65 centímetros. A sus 79 años, ahora vive en Oklahoma City.
José fue rechazado por todos los entrenadores y cazatalentos que lo vieron jugar y lo escucharon decir cuánto amor y entusiasmo profesaba por el béisbol.
Escuchó muy a menudo cómo se negaron a ficharlo, a pesar de que bateaba, fildeaba y corría bien. Era la animosidad hacia el chico, sólo por su baja estatura.
Hasta abril de 1997, cuando aún no tenía 17 años, su relación con aquel genio del béisbol, Alfredo Pedrique, quien era entrenador y cazatalentos de los Astros, logró lo que Altuve deseaba.
Luego de una lección de prueba en Maracay, donde participó José, Pedrique le preguntó mirándolo directamente a los ojos: «¿Puedes jugar a nivel profesional?».
Altuve, sin apartar la vista, respondió con marcada firmeza:
«Cuando quiera, se lo mostraré, señor».
El resultado: Los Astros lo firmaron a los 16 años, fuera del draft, y por sólo $15,000, pero a Altuve no le importó esa suma ni nada más. Su objetivo era llegar a las Mayores.
Entonces, después de Pedrique, tuvo que permanecer en las menores, hasta convencer a los Astros de que era material para el equipo grande.
Lo que sí hizo fue batear más de 300 en todas las categorías, y en 2011, con Lancaster, 408, más 19 bases robadas, en 52 juegos y luego de ascender a la Liga de Texas (AA), con los Corpus Christi Hooks, bateó para 361, lo que eleva su total del año a 389, más 24 robos.
En Houston no resistieron este acoso, por lo que el 19 de julio de 2011 abordaron el asunto. Y así José se encontró con su primer drama en las Grandes Ligas que fue breve.
La tarde de esa fecha llegó al Estadio de Grandes Ligas, y informado del lugar por donde ingresaron los jugadores del club local, acudió a intentar informar.
Pero se encontró con un portero muy severo, que le dijo:
«Muéstrame tu identificación de los Astros».
“Pero señor, me acaban de criar, cómo se supone que voy a tener esa credencial que ni siquiera sabía que existía”.
«Si pretendieras ser un chico murciélago, podrías engañarme, pero ¿cómo vas a ser un jugador de grandes ligas con ese tamaño tan pequeño? Solo eres un niño mimado».
Altuve salió del área donde estaba el portero y esperó afuera del estadio. Al ver acercarse a alguien que parecía ser un jugador, le preguntó:
«Señor, ¿puede decirle al entrenador que soy José Altuve, su nuevo jugador, y que no me dejan pasar?».
«Así será», fue la respuesta.
El manager era Brad Mills, quien envió al chico murciélago, con el mensaje al portero:
«Si esa persona es José Altuve, por favor déjenlo pasar, es nuestro jugador».
Esa noche, uniformado, José vio el partido desde el banquillo. Pero al día siguiente, el 20 de julio de 2011, después de 21 años y 75 días, se convirtió en el jugador número 20.011 de las Grandes Ligas de la historia.
Como este oriundo de Puerto Cabello tiene tanto control del bate contra los lanzamientos, su batalla por su baja estatura ha sido mucho más exigente que contra los lanzadores.
La noticia ha sido incluso más rimbombante por su altura de 5’6 (1.68 metros), que por su bateo durante sus 14 años como ligamayorista, 306 de promedio, 228 jonrones, 806 carreras impulsadas, 313 bases robadas, en 403 intentos, cuatro multiplicado por el plato de home; tres títulos de bateo y dos títulos de robos.
El 1 de mayo de 2012 se vivió un tremendo caos en torno al béisbol, porque José Altuve se encontró con el relevista de los Mets Jon Rauch, el jugador más alto de las Mayores con seis pies 11 pulgadas, equivalente a 2.11 metros. 18 pulgadas ha sido la mayor diferencia entre un lanzador y un bateador, si no se considera el caso del enano Eddie Gaedel.
José fue convocado al Juego de Estrellas de 2012 en Kansas City, el primero de su carrera y el último de los Astros en la Liga Nacional, como lo están en la Liga Americana desde 2013.
Y lógicamente, si tienes el apellido Durand, serás una persona suave, una buena persona.
Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso a un lector como tú.