El conflicto creado por el alcalde de Baruta, Darwin González, al otorgar irregularmente un crédito a 15 años a la empresa Ludus para construir Caracas Court, un club para deportistas VIP y usuarios del Banco Plaza, ha logrado una firme respuesta de un sector de la comunidad. de los habitantes de Santa Paula y del comité de usuarios del Polideportivo “Chiquitín” Ettedgui.
Hace un par de semanas explicábamos aquí que el alcalde del municipio mirandino quiere destinar parte del terreno de esta instalación deportiva a uso público para llenarlos de pistas de pádel, comercios, restaurantes, aparcamientos, oficinas del Banco Plaza, cuyo principal Los beneficiarios serán los inversores de este proyecto, que obtendrán terrenos gratuitos y usuarios avanzados que podrán pagar unos 40 dólares por cada hora de alquiler de las pistas del nuevo deporte de raqueta.
Ante la oposición de los vecinos y usuarios que instalaron pancartas y rechazaron la instalación de un contenedor Ludus en medio del campo de fútbol, la constructora apeló a protección y pidió medidas cautelares contra los manifestantes.
Sorprende que un juez de la República Bolivariana de Venezuela, en lugar de defender el derecho al deporte, la actividad física y la recreación, consagrado en el artículo 111 de la Constitución Nacional; velar por la integridad física de los menores de edad que utilizan diariamente la cancha de fútbol, según lo manda la Ley Orgánica de Protección de Niños, Niñas y Jóvenes, y hacer cumplir la Ley Orgánica del Poder Municipal; se ha unido a los intereses comerciales de Ludu y ha aceptado una serie de precauciones absurdas que deberían ser objeto de una investigación exhaustiva por parte de la Fiscalía de la República y del Tribunal Supremo.
El juez Rigel Sánchez Pérez ordenó a la Asociación de Vecinos de Santa Paula, al consejo comunitario y a cualquier otra persona socia o no de la urbanización «no realizar actos perturbadores de las obras de interés público que se ejecutan en el citado polideportivo».
No conforme con esto, también prohibió al concejo municipal de Baruta «volver a pronunciarse sobre el caso ya decidido, mediante el cual autorizó al administrador municipal a celebrar el contrato de préstamo con la Sociedad Mercantil Deportiva Ludus».
Es decir, el juez niega a la comunidad el derecho a protestar contra una obra de interés público, lo que viola el artículo 269 de la ley orgánica del poder municipal y los propios acuerdos estipulados en el protocolo de la cámara municipal donde se emitió la fianza a favor del favorecido Ludus. aprobado.
Allí se indicó que el contrato de préstamo sería aprobado siempre y cuando Ludus “continue con los numerosos beneficios en beneficio de la población del municipio Baruta en materia deportiva y de esparcimiento”.
Pero la comunidad ni siquiera recibió el proyecto de las nuevas pistas de pádel y envió un mensaje al ayuntamiento rechazando la obra.
Más grave aún, según estas medidas del juez Rigel Sánchez Pérez, el concejo municipal no puede cumplir con sus competencias, escuchar el clamor de la comunidad y revocar la fianza, porque así lo ordenó la señora ciega.
En virtud de tal pérdida de justicia social para atender a los más débiles, los vecinos de Santa Paula y el comité de usuarios solicitaron a la Procuraduría General de la República intervenir y evitar lo que consideran una «privación de la comunidad de su espacio deportivo, utilizando engaños y fraude».
Petición condena abandono de instalaciones para conceder libertad bajo fianza
Según la petición presentada ante la Procuraduría General de la República por el dirigente deportivo Ricardo Goeta, actuando en su calidad de miembro de la comunidad de Baruta y comité de usuarios afectados por la enajenación que se supone hará el Polideportivo «Chiquitín» Ettedgui, Se trataría de toda una operación orquestada para otorgar la fianza a la empresa Ludus.
En definitiva, se denuncia que primero se identificó «una zona atractiva para ser intervenida, como es el caso del Polideportivo de Santa Paula», y luego se conspiró para «no darle mantenimiento a dicha zona deportiva, y negarle cualquier reparación bajo premisas falsas de que el municipio carece de presupuesto».
Por tanto, no es de extrañar que el polideportivo esté en el olvido desde 2017. Pero de repente «apareció la figura del empresario, quien recomendado por el alcalde (Darwin González), se reúne con la comunidad y se ofrece a restaurar la cancha deportiva, prometiendo un proyecto que nunca presenta».
Alcaldía de Baruta violaría artículo 269 de la Autoridad Municipal
La alcaldía de Baruta también violará el artículo 269 de la Ley Orgánica del Poder Municipal, según el cual «las acciones generales que afecten el desarrollo urbano deberán ser consultadas previamente entre las organizaciones vecinales, de lo contrario serán totalmente nulas».
Por ello, en la petición presentada al Ministerio Público se destaca que la comunidad de Santa Paula nunca recibió de la alcaldía y de la empresa Ludus «el estudio de factibilidad, los planos de cambio de las áreas a intervenir y el estudio de variables urbanas”. Todos estos puntos condicionaron cualquier decisión sobre el proyecto, pero la alcaldía incumplió el artículo 269 de la Autoridad Municipal y el préstamo sería completamente ilegal.
En las redes sociales, los vecinos de Santa Paula también han expresado su opinión sobre el juzgado de Caracas. Temen que una zona verde, un paraíso para el ejercicio al aire libre y alejada del bullicio, se convierta en un territorio más de la vorágine urbana, llena de coches, ruidos molestos y contaminación.