Al menos cinco reclusos se han fugado de una prisión en Guayaquil, según la policía que encabeza una persecución terrestre y aérea tras una fuga en medio de una de las peores redadas de drogas en Ecuador.
Los periodistas de la AFP confirmaron que dos helicópteros sobrevolaban el terreno con enormes focos siguiendo a los fugitivos, mientras agentes en motocicletas patrullaban la zona con la mano en el gatillo.
Según agentes presentes en el lugar, dos de los reclusos fueron recapturados en un operativo que incluyó drones y alrededor de 30 policías en los alrededores de la prisión, que alberga a algunos de los narcotraficantes más peligrosos del país.
Videos no confirmados que circulan en las redes sociales muestran a dos hombres en el suelo con las manos atadas a la espalda.
Las autoridades no dieron información oficial sobre el número de prisioneros que escaparon o fueron recapturados.
Desde el domingo, Ecuador se ha visto asolado por disturbios carcelarios, la toma de rehenes de 175 funcionarios de prisiones por parte de los reclusos, el secuestro de agentes de policía, ataques con bombas y coches quemados.
Todo comenzó cuando la fuerza pública ingresó al Penal Regional de Guayaquil y no encontró a Adolfo Macía, apodado Fito, jefe de la principal banda criminal del país conocida como Los Choneros.
El gobierno desplegó tropas y lanzó una ofensiva contra el tráfico de drogas, que respondió con sangre. El llamado «conflicto interno» mató a 18 personas en cinco días entre civiles, policías y prisioneros.
Hay veinte organizaciones criminales en el país con unos 20.000 miembros y vínculos con los cárteles colombiano y mexicano.
Los narcotraficantes utilizan las prisiones como centros de operaciones, desde donde dirigen su tráfico de drogas, ordenan asesinatos, gestionan las ganancias del crimen y luchan a muerte con rivales por el poder.
Un vídeo grabado en la cárcel de Machala (suroeste) y confirmado por la policía aumentó el terror este viernes. El cuerpo del detenido, envuelto en plástico, fue arrojado a la calle.
También circulan imágenes no confirmadas de reclusos siendo maltratados, en los que se les ve desnudos o recibiendo patadas.
A pesar de los desmentidos de las autoridades, la desinformación y el pánico crearon confusión entre la población.
La ONU pidió al gobierno una respuesta «proporcionada» que respete el derecho internacional. La OEA condenó los «actos violentos».
Según las últimas cifras oficiales, hay 859 prisioneros, 57 «secuestrados» han sido liberados, 25 fugitivos han sido devueltos y 5 «terroristas» han sido asesinados. AFP