Siempre hay buena tecnología en los hipódromos, dado que es la superficie principal por la que circula la sangre fina en cada competición, en varios hipódromos del mundo.
Y según algunos estudios de laboratorio, la ciencia se ha utilizado para probar superficies de pistas de carreras.
Según un artículo del sitio web horseracing-facts.com, cuando se trata de carreras de caballos, la seguridad de los atletas equinos y humanos es primordial.
En el portal Dimension Hípica.Net se afirma que: “Aquí es donde entran en escena Michael Peterson, PhD, y el Racing Surface Testing Laboratory (RSTL)”.
Como director del Programa de Seguridad en Hipódromos de la Universidad de Kentucky y director ejecutivo de la organización sin fines de lucro RSTL, Peterson ha pasado décadas estudiando y mejorando la seguridad y, más recientemente, mejorando las diversas superficies en las que jinetes y caballos entrenan y compiten. Ya sea una pista de tierra, pasto o sintética, o una pista de carreras más grande como Churchill Downs o una pista más pequeña como Zia Park en Nuevo México, la prioridad para Peterson es la consistencia, tanto entre pistas como dentro de una pista.
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Este es también el propósito de RSTL, que fue cofundada por Peterson y su fundador, el Dr. C. Wayne McIlwraith, en 2009 como una organización sin fines de lucro.