Hay que aprender de las cosas malas y aprovechar las buenas. Eso es lo que podrían pensar los Nacionales de Washington. Si bien estuvieron últimos en la División Este de la Liga Nacional, cuentan con una base joven que los puede hacer soñar con una temporada como la 2019 donde salgan campeones.
Keibert Ruiz es uno de esos elementos que son el presente y el futuro de la organización. Este año, su segundo completo desde que llegó de los Dodgers de Los Ángeles en 2021, fue el mejor de su corta carrera de cuatro años, estableciendo marcas personales con el árbol.
El valenciano disputó el primer año del contrato que firmó por 50 millones de dólares hasta 2030, y su rendimiento ofensivo fue superior al del año pasado, que ya había dejado buenas sensaciones.
Por primera vez en su carrera superó los 100 hits (136), la cuarta mejor cifra de la capital, la segunda mejor de la Liga Nacional y la cuarta de todo el espectáculo entre los receptores.
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De esos 136 hits, 18 fueron jonrones, empatado en el segundo lugar de la división Nacionales y superando la cuenta de 11 de la temporada anterior. Asimismo, fue tercero en llevar la mayor cantidad de compañeros al plato de su equipo (67); quinto en el Antiguo Circuito y noveno en la carpa grande entre puntadas.
Ruiz también estableció marcas personales en carreras anotadas (55), dobles (24) y bases por bolas (31).
Sus números ofensivos fueron superiores y eso es algo de lo que él y el equipo de la capital estadounidense deberían estar contentos, pero su defensa quedó en su haber. El venezolano solo dio boletos a 21 corredores, le robaron 119 bases, sin duda un aspecto que necesita mejorar. Además, cometió ocho pases, la mayor cantidad en la Liga Nacional.