Alexis había camuflado el objeto de la plaza juego de mesa, incluso con un acabado de madera clara pulida fue el caso. En 1989, el alumno de noveno grado sería el encargado de introducirlo en la escuela secundaria.
«Está listo, ya lo puse en la biblioteca y lo jugamos en nuestro tiempo libre»Darlenis estaba nerviosa mucho antes del partido. «Tranquilo, no va a pasar nada»los seis alumnos pudieron ingresar tranquilamente a la biblioteca, aprovechando la relajación del profesor Toledo.
Alexis se lo había comprado a un extraño vestido de negro que vendía artículos de segunda mano en el centro de Bogotá. «No le digas a nadie que te vendí»dijo el gran hombre de ojos negros…
Juego de mesa en la escuela secundaria.
En mayo de 1989, las clases eran normales en la secundaria en ruinas, una de las escuelas más populares de la ciudad de Columbia. Los estudiantes que ya estaban en la biblioteca encendieron la luz y cerraron las dos puertas.
«Tienes frío, Darlenis»Alexis le dijo a la chica de cabello castaño y ojos turquesa. «No me siento bien y me da miedo». Parecían nerviosos antes del partido, algo sudorosos a pesar del aire acondicionado.
Hacia las once de la mañana, cuando estaban más nerviosos, empezaron a hacer las preguntas pertinentes. «¿Qué van a preguntar?»pero fueron sorprendidos por una voz en la misma habitación que comenzó a repetir las preguntas.
«Vamos… me da miedo», dijo Darlenis, mientras los libros comenzaban a caer en la Biblioteca, los otros jóvenes estaban nerviosos. Una densa nube gris oscuro se había posado sobre la escuela secundaria.
Gritos en la biblioteca
Los profesores corrieron a la biblioteca donde se escucharon gritos e incluso voces fuertes. Lo más aterrador fue que no podía abrir la puerta. Dentro de la biblioteca, estaban nerviosos, las luces fluorescentes explotaban.
«Tienes que hacer algo rápido»– dijo el profesor Rodríguez, tratando de abrir la puerta. Los jóvenes dentro de la biblioteca se sentían como caballos, incluso gente que gritaba. Empezó a salir humo por las salidas.
El profesor Rodríguez abrió la puerta y vio a varios de ellos desmayados, Alexis, Enrique y Luis salieron corriendo del salón. Darlenis se desmayó, temían encontrar el tablero de juego…
¡Y la mesa!, dice Alexis Enrique… entraron y no lo encontraron, no había luz cuando llegaron los bomberos al lugar. Hasta ahora, 34 años después de que la escuela secundaria quedara en ruinas… se desconoce el paradero del extraño escritorio.
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