A lo largo de los años de la última década y un poco más de acción en la MLB, hemos visto a ciertos jugadores convertirse en imprescindibles para su organización. Básicamente, sin ellos, la química no es la misma y las victorias son difíciles de conseguir.
Ahora, cuando estos jugadores están en el campo, todo fluye y son capaces incluso de encender la chispa necesaria para disfrutar del éxito. Pues bien, José Altuve es uno de esos jugadores que, desde su debut en las Mayores, se ha consagrado como el capitán de los Astros de Houston.
Esa ventaja se notó el miércoles por la noche en lo que sirvió como el regreso a la acción del venezolano después de perderse un par de juegos por un dolor en el talón derecho.
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‘Astroboy’ no perdió el tiempo para establecerse como el primer bate de la banca, en el segundo juego de una serie de tres juegos contra los St. Louis Cardinals.
Al primer lanzamiento del lanzador Miles Mikolas, Altuve conectó su octavo doble de la temporada y anotó en el primer inning para darle la ventaja a los Astros, que habían perdido siete veces en sus últimos 10 juegos.
De inmediato, esa química en Houston se sintió en el Busch Stadium de la ciudad de St. Louis, y aun cuando los Cardenales se aferraban a una ventaja de 7-5 al entrar al octavo inning, fue el mismo Altuve quien dejó en claro que su presencia en la alineación es sinónimo de éxito en la franquicia tejana.
En lo alto del octavo capítulo, el oriundo de Puerto Cabello (Bil) volvió a ejercer como héroe de este equipo. Con el marcador abajo por dos carreras, Altuve atrapó un lanzamiento de Giovanny Gallegos que se fue por encima del muro del jardín izquierdo.
Su cuarto jonrón de la temporada fue más que suficiente para darle la vuelta al marcador y, al hacerlo, Houston completó su victoria número 43 de la temporada, lo que lo mantuvo en la contienda en la División Oeste de la Liga Americana.
La fortaleza de Altuve ha sido una cualidad que se ha desarrollado a lo largo de los años; incluso acumuló dos temporadas de más de 30 jonrones; sin embargo, con su drive de hace dos noches, el joven llegó a 196 jonrones en las Mayores; a solo 4 de los 200 de por vida.