Lo que alguna vez fue muy esporádico ahora es una constante incesante en los hipódromos de la tierra del Tío Sam, pues los látigos criollos ganan en todos los escenarios y distancias, apoderándose prácticamente de las competencias hípicas de ese país.
Una media de unas 80 victorias semanales logran estos deportistas que compiten diariamente con los mejores en cada pista, con el ingrediente añadido de la extranjería y el idioma, además de otros problemas inherentes a esta condición que reducen su ventaja.
Siempre se escuchan los nombres de Javier Castellano, Emisael Jaramillo, Leonel Reyes Ramos, Junior Alvarado, pero detrás de ellos hay muchos que constantemente cruzan el disco apretados y rara vez deambulamos por el óvalo donde hacen campaña, como por ejemplo Mychel Sánchez que cabalga. regularmente en Colonial Down, Parx Racing y Delaware Park, donde ha logrado un importante número de fotografías que, por cierto, ya suma 1.182 en sus 10 años de carrera.
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Luego hay una larga lista como Carlos Luis Márquez, Samuel Marín, Daniel Centeno, Samy Camacho, José Armando Bracho, Marcos Meneses, Irwin Rosendo, Charle Oliveros, entre otros en una lista enorme que no cabe en una sola página.
Ganan y de qué manera, incluso los clásicos, no por grados, pero sí importantes en cada región. Poco a poco, este talento se vuelve más popular y genera mucho respeto por parte de los compañeros.
