Medios panameños denunciaron que la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, sigue aplicando la política de injerencia gringa en Panamá, para continuar con el plan neocolonialista.
Según El Periódico de Panamá, la reciente estancia -la cuarta en menos de un año- de la funcionaria en el III Simulacro Regional sobre Desastres y Asistencia Humanitaria fue solo una justificación para hablar de migración irregular y seguridad.
El columnista Ramiro Guerra recordó en ese diario que Richardson llegó a decir abiertamente que Estados Unidos ve a la región como un gran proveedor de minerales estratégicos para su país y geopolíticamente no puede prescindir de esa riqueza que consideran tan propia.
Según Guerra, esto augura futuras intervenciones incluso en los procesos políticos en curso (elecciones generales de 2024), sin que los gobiernos se acusen al respecto.
Richardson admitió que el apoyo que brinda es principalmente para «fortalecimiento de capacidades institucionales, capacitación con las fuerzas de seguridad», labor que realizan sus equipos de la Brigada de Asistencia a las Fuerzas de Seguridad y Asuntos Civiles en Colombia y Panamá.