Un ataque de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) contra un complejo escolar de la ONU en Nuseirat, un campo de refugiados en la Franja de Gaza, se saldó con la muerte de 32 civiles, entre ellos siete menores, según informan los medios estadounidenses, detallando la munición utilizada para esta nueva agresión fue una bomba GBU-39 de pequeño diámetro fabricada en Estados Unidos.
Según el informe, se trata del mismo tipo de bomba que Tel Aviv utilizó en un ataque aéreo el mes pasado que mató a decenas de civiles desplazados en un campo de refugiados en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, un incidente que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, describió como un «trágico error».
El ejército israelí sostuvo que su objetivo en Nuseirat era un grupo de militantes de Hamás que se encontraban en dos aulas de esta escuela perteneciente a la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (OOPS). Asimismo, afirmaron que los militantes contra los que se dirigió el ataque habían participado en el asalto del 7 de octubre a Israel -que dejó alrededor de 1.200 muertos y cientos de personas tomadas como rehenes- y que planean ataques desde el interior de la escuela.
Uno de los portavoces de las FDI, Peter Lerner, dijo que los militares habían suspendido el ataque dos veces para minimizar los daños colaterales y que no tenía conocimiento de ninguna víctima civil en el ataque, informó NPR. Asimismo, un funcionario del Pentágono dijo a este medio que Israel había utilizado la bomba de manera inapropiada porque la munición estaba diseñada para causar pocos daños colaterales, pero causó un gran número de víctimas.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 6 de junio de 2024
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