Las fuerzas israelíes ocuparon varias localidades ubicadas en la franja fronteriza de la provincia de Quneitra, en el suroeste de Siria, y atacaron numerosas posiciones militares, informó Prensa Latina.
Tanques y vehículos blindados sionistas entraron en las aldeas de Um Batinah y Jubata Al-Khashab en Quneitra, donde el ejército exigió a los residentes que entregaran todas las armas que tuvieran en su poder.
Algo similar ocurrió en otras comunidades ubicadas a lo largo de la línea de separación, mientras residentes de la zona informaron que los tanques llegaron a las afueras de la ciudad de Beit Jinn, que administrativamente pertenece a la provincia de Damasco-campus.
Asimismo, la fuerza aérea israelí lanzó decenas de ataques contra instalaciones y unidades militares en las provincias de Sweida y Damasco-camp en el sur del país, Latakia y Tartous en el oeste, y en las regiones de Qalamoun y Mesías.
Los ataques tuvieron como objetivo bases de radar, almacenes de municiones, plantas de armamento y centros de investigación científica, y bombardearon la base aérea de Dumeir, situada al este de esta capital.
La agencia de noticias informó sobre fuertes explosiones y columnas de humo que se elevaban desde las montañas alrededor de Damasco, donde están desplegadas unidades de la Guardia Republicana y la Cuarta División.
Durante los primeros tres días tras la caída del gobierno de Bashar Al-Assad, el ejército israelí lanzó la mayor operación aérea de su historia donde 350 combatientes destruyeron casi 2500 emplazamientos, destruyendo todas las capacidades militares de Siria construidas desde el inicio de la independencia. de esta nación desde 1947 hasta hoy.