Al menos 31 personas murieron, 70 fueron reportadas como desaparecidas y casi 17.000 fueron desplazadas por intensas lluvias e inundaciones en el estado de Río Grande do Sul, en la frontera con Uruguay y Argentina.
Las precipitaciones afectaron a casi la mitad de las 497 ciudades de este estado, según las autoridades de Defensa Civil de ese estado, citado por Reuters.
El gobierno estatal ha declarado el estado de calamidad pública para hacer frente a la dramática situación.
En algunas ciudades, las aguas cubrieron prácticamente todo, desde casas, caminos y avenidas, parques y extensas zonas de cultivos..
Cientos de personas tuvieron que trasladarse o ser evacuadas a zonas más altas, mientras que otras apenas pudieron refugiarse en los tejados mientras esperaban a los equipos de rescate.
Por su parte, el presidente brasileño aseguró que pondrá a disposición todos los recursos del Gobierno federal para afrontar la emergencia y reconoce que «miles» de familias se han visto afectadas, perdiendo viviendas y pertenencias.
Lula da Silva garantizó que no faltarán recursos para brindar salud, transporte, alimentación y las necesidades básicas de la población que se encuentra aislada por las lluvias.
Inundaciones en Brasil dejan muertos y desaparecidos
El gobierno federal está dedicado, las 24 horas del día, a apoyar a la población de Rio Grande do Sul. Todo lo que esté en manos de nuestro gobierno se hará para satisfacer las necesidades de la población afectada por las lluvias.
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— Lula (@LulaOfficial) 2 de mayo de 2024
La tormenta también provocó deslizamientos de tierra y el colapso parcial de la estructura de una presa en una pequeña central hidroeléctrica.
Una segunda presa en la localidad de Bento Gonçalves también corre riesgo de derrumbarsesegún las autoridades, que han ordenado la evacuación de las personas que viven en las inmediaciones.
Lluvias históricas e inundaciones de ríos
La mayoría de las carreteras estatales resultaron dañadas, muchas de ellas se convirtieron en ríos y carreteras y puentes destruidos.
Los equipos de rescate tuvieron que utilizar botes y lanchas a motor para desplazarse en busca de supervivientes y personas aisladas por la crecida del agua.
En la capital, Porto Alegre, después de tres días de intensas lluvias, El caudal del río Guaíba alcanzó los 4,50 metros la mañana de este viernes, algo que no se veía desde 1941.
«Esta no es una situación crítica más, sino probablemente el caso más crítico jamás registrado en el estado.«, declaró el gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite.
Leite calificó la situación como «guerra» con la salvedad de que, aunque no hay enemigos, sí hay muchos obstáculos que superar, por lo que llamó a la intervención y participación de las Fuerzas Armadas en las labores de rescate y seguridad.
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