El Inter vuelve a estar entre los grandes, en semifinales de la Champions League tras 13 años alejado de ellos. Un gesto que certificó el pase ante el Benfica (3-3, 5-3 resultado global) en un San Siro.
Con una idea muy clara del comienzo del partido, impulsado por el frenesí de un San Siro que jugaba su propio partido, el Inter cumplió su promesa de las jornadas previas y jugó sin pensar en el resultado de la primera etapa
Con el partido controlado por los locales, la sentencia definitiva pudo llegar con un cabezazo de Lautaro que fue anulado por el árbitro español por un ligero empujón del delantero argentino en el salto.
Aunque necesitaba dos goles, los mismos que al principio, el Benfica pareció por un momento totalmente metido en la eliminatoria.
Pero los temblores de piernas terminaron en el entretiempo. El Inter volvió a ser el Inter de la «Champions» al inicio del segundo acto y se rehizo.
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Siempre con un Lautaro bien colocado. El argentino despejó un centro de su compañero en el 65′ y provocó un terremoto en Milán, con un San Siro que empezó a saltar de alegría, celebrando que volvía a estar entre los cuatro primeros.
El partido lo incorporó un Correa que se quiso vengar con un golazo a falta de 12 minutos para el pitido final. Colocó el balón de la tensión en el poste izquierdo de la portería defendida por Vlachodimos, que no llegó pese a su estirada.
Nada pudo impedir que el Inter alcanzara, merecidamente, la semifinal, dejando fuera a una de las revelaciones de la competición. Lautaro y Correa completaron el trabajo de la ida y volvieron a poner al Inter entre los grandes.
EFE