El pastor Aníbal Aguilar, miembro del Consejo Nacional Cristiano, es señalado hoy como el ideólogo del fallido golpe militar del pasado miércoles en Bolivia, según su líder, el exjefe del Ejército Juan José Zúñiga.
«(…) El ideólogo era Aníbal Aguilar, quien hacía presentaciones y análisis en mi oficina desde mayo (…)», confesó Zúñiga durante los interrogatorios policiales, según informó.
Según el soldado detenido, Aguilar le dijo que debía levantarse y acudir a la Plaza Murillo para tomar el poder y convocar a elecciones.
Mientras tanto, la prensa boliviana informa que Aguilar ha aparecido como analista en medios de comunicación y se identifica como un experto internacional en planificación, gestión estratégica y promoción de inversiones.
Agregaron que, en las redes sociales, Aguilar compartió sus opiniones expresadas en textos y videos en su cuenta personal y la de la organización Boliviana Viable.
Estos puestos se refieren principalmente a cuestiones geopolíticas y de defensa nacional, con especial atención a los recursos naturales.
Resaltó episodios históricos de las Fuerzas Armadas y elevó sus advertencias sobre supuestas intenciones chilenas de apropiarse de los recursos naturales de Bolivia.
Desde el punto de vista familiar, los medios bolivianos lo identifican como hermano del exministro de Educación Roberto Aguilar (2008-2019).
Su padre, Aníbal Aguilar Peñarrieta, fue un conocido dirigente del Movimiento Nacionalista Revolucionario y abogado de la Central Obrera Boliviana, quien junto a Juan Del Granado inició el proceso de rendición de cuentas del ex dictador Luis García Meza en la ex Corte Suprema de Justicia de la Nación. Justicia, en la ciudad de Sucre.
Según el pastor Luis Aruquipa, representante del Consejo Nacional Cristiano, el ideólogo ahora apresado del fallido golpe era un profesor universitario, diplomado en magisterio y docente en el ejército. Tras su detención, Zúñiga reveló que fraguó la operación golpista desde el mes de mayo junto a los comandantes generales de la Armada y de la Aviación, además del inspector, el jefe de Inteligencia y el jefe de Logística del Ejército.
Hasta el momento, ya son 21 militares capturados como parte de las investigaciones en curso, investigados por la presunta comisión de los delitos de «revolución armada, atentado contra el presidente y destrucción de propiedad pública y privada».