El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, condenó este lunes el ataque israelí del domingo a un campo de desplazados que se refugiaban en tiendas de campaña en Rafah, al sur de la Franja de Gaza, y pidió el fin de «este horror» .
«Condeno las acciones de Israel que han matado a decenas de civiles inocentes que sólo buscan refugio de este conflicto mortal. No hay ningún lugar seguro en Gaza. Este horror debe terminar», escribió Guterres en su cuenta X.
El secretario general de Naciones Unidas utilizó las mismas palabras que el comisario general de la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA), Philippe Lazzarini, quien también subrayó que actualmente no hay ningún lugar exento de los bombardeos israelíes en el enclave palestino.
«He visto imágenes terribles e inquietantes, y creo que está completamente claro que no hay ningún lugar seguro en Gaza», había asegurado horas antes Lazzarini, tras reunirse con el primer ministro libanés, Najib Mikati, en Beirut.
Rafah sigue siendo el foco de la ofensiva israelí a pesar de la orden de la Corte Internacional de Justicia, emitida el viernes, para el cese «inmediato» de la operación en este territorio. La zona donde se encontraba el campo de desplazados bombardeado había sido declarada anteriormente «zona segura» por Israel.
Israel bombardea tiendas de campaña de palestinos desplazados de Rafah días después de la decisión de la Corte Internacional de Justicia. pic.twitter.com/5kTiUNHykv
— Palestina hoy (@HoyPalestina) 26 de mayo de 2024
Guterres reprendió enérgicamente en repetidas ocasiones al gobierno de Benjamín Netanyahu tras su brutal ofensiva en la Franja de Gaza tras el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023.
Semanas atrás, el alto representante de la ONU advirtió de que «un asalto militar» a Rafah supondría una «escalada insoportable» que mataría a miles de civiles y tendría un «impacto devastador» con graves repercusiones en toda la región de Oriente Medio.
El número total de muertos en Gaza ha alcanzado los 36.050, 50 de ellos en el ataque al campo de desplazados de Rafah, según el Ministerio de Salud de Gaza, bajo control de Hamás.
Casi un millón de personas han huido de Rafah, la mayoría hacia el oeste -hacia las playas de Al Mawasi-, donde se encuentran hacinadas y sin servicios sanitarios ni agua potable.