Los cuarenta grandes beisbolistas conectaron jonrones como en su mejor momento y delanteros de distintos países del mundo anotaron goles imposibles de olvidar. Y cuando Arthur Rubinstein dio un maravilloso concierto de piano que maravilló a los asistentes y le preguntaron: «Maestro, ¿no se sentía cansado después de tanto esfuerzo?», el maestro respondió: «Es que no me acordaba de que ya tengo noventa años». «.
En el fútbol, las edades suelen atacar rápido. Por supuesto, la alimentación, los cuidados, la preparación física y la ciencia han conseguido hoy alargar la vida de los jugadores, pero todavía no es concebible que un futbolista haya superado el umbral de los treinta años para aterrizar, sin problemas, en la década siguiente.
Desde que cruzan la incómoda barrera de los treinta, empiezan a pensar sin ambigüedades qué hacer cuando el adiós del fútbol llame a sus puertas.
Pese a ello, sin embargo, no debería sorprender que Salomón Rondón, quien cumplió treinta y cinco años el 16 de este mes, siga siendo la vanguardia del equipo Vinotinto. Aunque su velocidad ha disminuido un poco y ya no juega en tanto espacio a su alrededor, su alcance y explosividad en el área se mantienen y sus ataques a los defensores rivales siguen siendo temibles.
Demostró su genio goleador en Venezuela, España, Rusia, Inglaterra, China, Argentina y México, y en la selección venezolana sigue siendo el abanderado del grupo nacional.
Es normal que algunos piensen que ser entrenador de la Vinotinto a su edad no debe darse por sentado, pues casi siempre ocurre que aunque el brazalete de capitán lo llevan jugadores experimentados, sus treinta y cinco años pueden ser un estorbo. , especialmente para los jugadores jóvenes .
Sin embargo, no sólo hay que tener en cuenta todo lo que Rondón aún es capaz de lograr en el campo, sino también que Venezuela aún no es un país rico en futbolistas de alto perfil, no hay un semillero para elegir entre decenas. de los hombres.
Lo vemos en los que se van al extranjero, que hoy en día son muchos, y salvo excepciones hay ligas menos conocidas. Circuitos que hasta hace poco no eran conocidos son hoy lugares preferidos: Panamá, República Dominicana, Azerbaiyán son tres que se han modernizado, pero no están entre los más famosos del fútbol actual.
La edad no preocupa a Salomón Rondón. Es consciente de lo que es capaz, de hasta dónde puede llegar.
Y desde el fondo de su alma no quiere pertenecer a la carrera de quienes, como Juan Arango, José Manuel Rey y toda la generación de los últimos años, se quedaron colgados a la espera del Mundial. Llegar al Estados Unidos-México-Canadá en 2026 sería el gallardete de tanta anticipación, de tantos goles, de tanta clase derramada en las canchas por todos lados.