La declaración anual de impuestos y su respectivo pago son actividades comunes en cualquier país con una economía estable, pero en Venezuela la norma para las personas naturales en los últimos años es no pagar.
Este año, las condiciones cambiaron. La devaluación del bolívar y una Unidad Fiscal (UT) estancada en 0,40 bolívares hizo que todos los venezolanos en condición de asalariados superaran las 1000 UT (400 bolívares) anuales que exige la ley para cumplir con la declaración y pago del Impuesto a la Renta (ISLR).
En consecuencia, los trabajadores de la administración pública que devengan el salario mínimo deberán pagar por ISLR un monto superior a un mes de sus ingresos de 5,3 dólares, según el tipo de cambio publicado por el Banco Central de Venezuela para este 30 de marzo.
El monto de 130 bolívares de salario mínimo genera, según el caso y la desgravación fiscal, un pago entre Bs 130 y Bs 180 bolívares. Por supuesto, todo depende de las características de la declaración de cada usuario. Lo cierto es que por encima del salario mínimo de trabajo.
Esto significa que un trabajador de la administración pública que quiera pagar sus impuestos en una sola transacción -ya que es posible segmentarlos en tres partes a pagar en tres meses-, invertiría la totalidad de su salario para cumplir con esta obligación.
Como están las cosas