El peligro de hambruna en Gaza es más real que nunca en un momento en que la ley y el orden en la Franja se han derrumbado y una lucha anárquica por los escasos suministros, advirtió un representante de la ONU en la zona después de una visita esta semana.
«Es una lucha diaria por la supervivencia. He visto a decenas de mujeres y niños buscando en grandes vertederos», afirmó el jefe de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU para los territorios palestinos ocupados, Ajith Sunghay, en una rueda de prensa para periodistas acreditados ante la ONU en Ginebra.
«El colapso del orden público empeora la situación, con cada vez más saqueos y luchas por los recursos escasos», afirmó Sunghay, quien subrayó que en un momento en el que los precios de los pocos productos disponibles se han disparado, «se mata gente cuando Sólo están tratando de comprar pan».
«Estos no son incidentes aislados, la anarquía que advertimos que podría llegar a Gaza hace meses ya está aquí», afirmó el representante local de la oficina liderada en el mundo por el Alto Comisionado de la ONU, Volker Türk.
Sunghay recordó que Naciones Unidas lleva tiempo sin poder proporcionar ayuda humanitaria de ningún tipo al norte de Gaza, donde se calcula que aún viven unas 70.000 personas (sólo Ciudad de Gaza, en la mitad norte y capital de la Franja, tenía más de 700.000 habitantes antes del conflicto).
El representante de la ONU también denunció numerosos casos de violencia sexual y de género, incluidas violaciones, contra personas que buscaban refugio en la zona, debido a la falta de aplicación de la ley.
Sunghay explicó que en la zona miles de personas desplazadas de ciudades como Jabaliya, Beit Lahiya o Beit Hanoun buscan refugio en edificios parcialmente destruidos o en campamentos improvisados, en condiciones inhumanas y con una gran falta de higiene. «Las mujeres que conocí allí habían perdido a familiares, o se habían visto obligadas a separarse de ellos, o tenían parientes enterrados bajo los escombros, o estaban heridas y enfermas», describió.