Dos de los cuatro estadounidenses secuestrados el pasado viernes en Matamoros (noreste de México) fueron hallados muertos este martes, informaron las autoridades mexicanas, que sospechan que los captores -presuntos narcotraficantes- los confundieron con otras personas.
De las cuatro víctimas del secuestro de ciudadanos estadounidenses “dos están muertos, una persona está herida y la otra está viva”; Así lo aseguró el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, en conferencia de prensa.
Los cuatro estadounidenses ingresaron a la ciudad fronteriza de Matamoros, México, desde Brownsville, Texas, en una minivan blanca con placas de Carolina del Sur cuando hombres armados comenzaron a disparar contra su vehículo, dijo el FBI. Los hombres armados subieron a los estadounidenses a otro vehículo y se los llevaron.
Las autoridades mexicanas están considerando varias teorías sobre el ataque, incluida la de que los estadounidenses fueron confundidos con traficantes de inmigrantes haitianos.
Sin embargo, las víctimas viajan desde Carolina del Sur a México para acompañar a un amigo a hacerse una abdominoplastia, ya que las cirugías estéticas son más baratas en México.
John Kirby, vocero del Consejo de Seguridad Nacional, dijo a reporteros de la Casa Blanca que Estados Unidos estaba trabajando con México para obtener más información sobre el secuestro de Matamoros y que «las cuatro víctimas regresarán a Estados Unidos muy pronto».
Un hombre encargado de vigilar a las víctimas fue detenido en el lugar donde se encontraban cautivos, una casa de madera en un suburbio de Matamoros.
La entrega de los sobrevivientes se llevó a cabo en medio de una gran movilización en la que participaron una veintena de vehículos, incluidas ambulancias y camionetas de los organismos de seguridad.
Agencias