El 10 de enero de 1984 se produjo uno de los hechos más significativos y emotivos en la historia del béisbol venezolano. No fue exactamente una pelea por un campeonato ni nada por el estilo. Pero vaya anuncio que elevó a Don Luis Aparicio al Salón de la Fama del béisbol en Cooperstown, Nueva York.
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Zulian obtuvo más del 75% requerido de los votos de los reporteros de la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA). Fue entronizado en su sexto año en las urnas. Recibió una sólida tasa de aceptación del 84,6%; producto de 341 votos de un universo de 403 electores.
“Sabía que vendría. «No tenía ninguna duda», se puede leer en el comentario del ex campocorto en un extracto del Mi historia, la biografía de Don Luis Aparicio escrita por el periodista zuliano Augusto Cárdenas. «Lo que no sabía era cuándo».
Cabe señalar que según lo publicado en el libro, “Little Louie” estuvo a 29 votos de ingresar a Cooperstown en las elecciones del año anterior. Llegó a 252 elecciones para el 67,4%; Es el porcentaje más alto hasta ese momento.
Ese año, su excompañero y amigo Brooks Robinson se coronó en su primer ciclo de elegibilidad con un 92%. En tanto, Juan Marichal se convirtió en el tercer latinoamericano admitido al Pabellón de Excelencia, con un 83,7%.
Venezuela se enteró al día siguiente
Ahora, la historia de Mi historia También destacó que Venezuela no conoció la buena noticia hasta el día siguiente. Los periódicos estadounidenses publicaron el fallo y sus homólogos venezolanos pudieron repetirlo. Por supuesto, la noticia causó gran revuelo y revuelo entre sus más cercanos y la multitud que creció admirándolo, viéndolo convertirse en una estrella y desde ese momento en inmortal.
«Cuando lo anunciaron por televisión», recuerda su esposa Sonia, «nos pusimos a saltar, a llorar», continuó. Esto, en referencia a que ella y sus cinco hijos se encontraban en su residencia de la urbanización Santa María en Maracaibo esperando el anuncio de la promoción de 1984. Harmon Killebrew (83.1%) y Don Drysdale (78.4%) también ingresaron a esta promoción como así como Rick Ferrell y Pee Wee Reese a través del Comité de Veteranos.
Pero el personaje principal de esta historia; El entonces comentarista de Radio Caracas Televisión (RCTV), se encontraba camino a Caracas junto a su colega y amigo Carlitos González, luego de culminar la transmisión de Tiburones de La Guaira vs. Navegantes de Magallanes en Valencia. La copia lo describe ansioso, escuchando por la radio el desarrollo del partido entre Tigres de Aragua y Leones del Caracas en el Estadio Universitario.
El revuelo fue colosal
«De repente dejaron de hablar del juego, pararon todo y pusieron música de fanfarria para anunciar la noticia», dijo Luis Aparicio. “Entonces Delio Amado León (narrador fallecido) fue quien tomó el micrófono y dio la noticia: ‘Ya tenemos miembro del Salón de la Fama’.
Esa noche se cantó ‘Gloria al Pueblo Bravo’ en el Universitario a grandes voces de los presentes en el recinto. Mientras tanto, la historia indicó que en su camino desde la capital Caracas hacia Caracas, Don Luis intentaba digerir la noticia, diciéndole a su compañero: ‘Ya tienes un amigo del Salón de la Fama’.
En consecuencia, y porque siempre se le debe recordar cada vez que se escribe sobre Luis Aparicio, no se debe pasar por alto su récord de nueve campeonatos consecutivos de robo de bases. Viene de un hombre que revivió ese arte dentro de los diamantes de las Mayores.
Dejó números respetables a lo largo de su carrera.
En su carrera en las Grandes Ligas bateó .262, impulsó 791 carreras y fue el primer venezolano con más de dos mil hits (2,677) y al menos mil carreras anotadas (1,335). Eso, a través de sus 18 cultivos. Vistió los uniformes de los Medias Blancas de Chicago (1956-62 y 1968-70), Orioles de Baltimore; con quien ganó un título de Serie Mundial (1963-67). Y se retiró con los Boston Red Sox (1971-73).
Mientras que en la LVBP vistió las camisetas de Gavilanes, Leones del Caracas, Tiburones de La Guaira, Águilas del Zulia y Cardenales de Lara. También fue refuerzo de Industriales de Valencia en la final 63-64. En su carrera en Venezuela promedió .261. Amén 393 hits y 119 carreras impulsadas en 13 contiendas, capturando banderines 64-65 y 65-66; ambos con los Tiburones.
A su vez, su biografía también capta; según la Enciclopedia Venezolana de Béisbol, registró un promedio de .343 en ocho años en la Liga de Béisbol Profesional de Occidente. Allí jugó con Gavilanes (club con el que debutó en 1953) y Rapiños del Zulia.
Sumado a esto, cabe destacar que es líder vitalicio del extinto circuito del occidente del país en porcentaje de hits, hits (376), dobles (80) y triples (23). Además de bases robadas (74), jonrones (26, líder conjunto con Billy Queen), carreras anotadas (237) y jonrones (133)