El presidente de Guyana, Irfaan Ali, afirmó este martes 5 de diciembre que su país cuenta con el apoyo de Estados Unidos, Caricom, y también de otros líderes del mundo, para defender el territorio Esequibo; que Georgetown considera suyo porque valida el Laudo Arbitral de 1899.
Así lo expresó Alí durante una entrevista con CBS, donde expresó que Venezuela efectivamente se ha sometido a la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia (CIJ); instancia que, según el presidente guyanés, tiene la facultad de legislar respecto a la disputa territorial, ya que acudió dos veces a La Haya y en ambas ocasiones hubo una decisión contra Caracas.
Desde su punto de vista, la «narrativa» de no reconocer o no participar en la CIJ muestra una política de «doble rasero (…) Estamos haciendo todo lo posible para garantizar que la región siga siendo una zona de paz (… ) parte importante del hemisferio occidental.
Asimismo, afirmó que Guyana también se ha acercado a países como Cuba e India para alentar al gobierno de Nicolás Maduro a respetar el derecho internacional y respetar la decisión de la CIJ de no intervenir en el Esequibo.
«No creemos que Venezuela actúe de esta manera imprudente. Pero si actúan de esta manera imprudente, ya cooperamos con amigos en la región. Tenemos cooperación en materia de defensa con los Estados Unidos de América. «Trabajamos estrechamente con el Comandante del Sur. «, añadió.
Por su parte, el Fiscal General de Guyana, Anil Nandlall, indicó que su país presentará una solicitud al Consejo de Seguridad de la ONU para sancionar o tomar acciones militares contra Venezuela si la administración de Nicolás Maduro viola la orden de la CIJ sobre el referéndum.
«Exploraremos todos los caminos disponibles y obviamente ese es un camino; este es uno de los caminos, si no el más importante», dijo durante una jornada de concientización en Esequibo organizada por el Colegio de Abogados de Guyana (GBA).
Nandall señaló que Estados Unidos y el Reino Unido, que jugaron un papel importante en el Laudo Arbitral de 1899, tienen el «deber de garantizar que se respete el proceso que diseñaron y en el que participaron», en lugar de ser espectadores no oficiales.
También insistió en que «no se ha presentado absolutamente ni la más mínima prueba que pueda ser sustentada en un tribunal de derecho interno, y mucho menos de derecho internacional, para impugnar, invalidar o incluso sacudir la base jurídica del laudo arbitral. Ninguna para todos».
Advirtió que si Venezuela logra ganar el caso en la CIJ, pondrá en duda casos similares en todo el mundo que han sido resueltos por la vía judicial.
Noticias del día/Demerara Waves/Sala de prensa