El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, advirtió este martes de que un asalto a la ciudad de Rafah «sería un error estratégico, una calamidad política y una pesadilla humanitaria», justo en un momento en el que el asalto parece que se inician, aunque sea a pequeña escala.
«Incluso los mejores amigos de Israel lo tienen claro», añadió, refiriéndose a Estados Unidos, que ha pedido a Israel que evite un ataque a gran escala en Rafah.
En un mensaje dirigido principalmente a Israel, Guterres afirmó que «las cosas van en la dirección equivocada» y afirmó sentirse «perturbado» por la actividad militar israelí en Rafah, por lo que pidió al Estado judío «que detenga cualquier escalada y se ponga manos a la obra». participar constructivamente en las discusiones diplomáticas en curso».
Los ojos puestos en Rafah
Un asalto a gran escala «será una catástrofe humana: más víctimas civiles incalculables, más familias obligadas a huir de nuevo, sin ningún lugar adonde ir, porque no queda ningún lugar seguro en Gaza», advirtió Guterres.
También pidió a Israel que «abra inmediatamente» los cruces de Rafah y Kerem Shalom en el sur de Gaza, el único cruce por el que entra ayuda humanitaria para los 1,5 millones de gazatíes que acuden en masa a Rafah.
Guterres expresó su convicción de que este es «un momento decisivo para el pueblo de Israel y Palestina, y para el futuro de toda la región».
El Secretario General pidió a «quienes tienen influencia sobre Israel» que hagan todo lo que esté a su alcance para evitar una tragedia, porque – recordó – «la comunidad internacional tiene la responsabilidad común de promover un alto el fuego humanitario, la liberación de rehenes y un aumento masivo en ayuda humanitaria.