En Guatemala crece la tensión en torno a una de las minas de plata más grandes del mundo, donde se ha generado contaminación que ha afectado la economía del país. Así, las comunidades indígenas realizaron una consulta popular con la multinacional canadiense Glamis Oroe insistió ante el Gobierno guatemalteco que quiere reactivar su explotación.
De esta forma, el proyecto minero Cerro Blanco, en el municipio de Asunción Mita, en el este de Guatemala, está en manos del capital canadiense desde 2006, y desde hace casi una década de la minera. Glamis Oro Intentó sin éxito llegar a la fase de explotación, para lo cual tuvo que bombear continuamente fuentes termales y cavar túneles.
Asimismo, el vicepresidente del comité organizador de la consulta popular, Mario Giovanni Martínez, aseguró que el siguiente paso es mantener organizada a la población y continuar con el proceso legal para llevar el caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Por otro lado, en 2017, otra empresa canadiense, Recursos de piedra azulcompró Cerro Blanco y, cuatro años después, a través de su filial guatemalteca, Elevar Resources, anunció que buscarían reiniciar la operación de la mina, esta vez a cielo abierto.
Ese año se realizó un plebiscito en la comunidad debido a las alertas sobre el impacto ambiental y la seguridad de los trabajadores. Aunque ganó el rechazo del megaproyecto, la empresa interpuso un recurso legal, por lo que la corte constitucional dictó decisión a favor de la minera para cancelar los resultados y permitir que el proyecto minero continúe, que hasta los datos sigue teniendo problemas. afecta la salud de los pueblos indígenas de Guatemala.
Fuente: Medios Internacionales
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