Mientras todos hablan del declive de su generación, Gregory Vargas hizo vibrar las mesitas y coleccionó récords a diestro y siniestro en el recién concluido SPB 2023. El trofeo de campeón, que levantó con sus Gladiadores de Anzoátegui, fue verdaderamente el broche de oro de un año inolvidable.
El 6 de junio, en los cuartos de final ante Guaiqueríes de Margarita, completó 6.000 puntos y 600 partidos en el baloncesto profesional venezolano.
12 días después, en el segundo partido de la final de conferencia ante Piratas de La Guaira, se convirtió en el segundo jugador de la historia con 700 o más asistencias en postemporada. Y ya en la final, ante Guaros de Lara, superó las 200 asistencias en la final, poseyendo el segundo mejor registro de la historia.
No lo sabía, pero cada minuto en el campo lo acercaba a una nueva hazaña. Y sí, sabiendo que su deber ha sido cumplido, se siente satisfecho con el camino que ha seguido desde 2005, cuando debutó con Panteras de Miranda.
“No tenía en mente ninguno de estos récords, estaba enfocado en ayudar al equipo y no le hice caso a mis números personales. Pero fue muy satisfactorio cuando me dijeron que los había alcanzado”, comentó el 37 base de un año de edad.
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– Estoy muy ilusionado con la temporada que he hecho. Es importante demostrar que tengo mucho que aportar al baloncesto venezolano. Mis ganas de competir siguen intactas”, añadió el seis veces campeón.
Su energía inagotable le hace destacar siempre, siempre en movimiento, pendiente de todo lo que sucede dentro y fuera del terreno de juego. Realmente se siente en su mejor momento, tiene experiencia de 15 campañas en Venezuela y tiene tanta hambre de gloria como cuando era novato.
“Quiero seguir ganando campeonatos y traer alegría a mi país”, reiteró.
El deseo es el mismo: + baloncesto
Gregory Vargas está convencido de que la regularidad que ha adoptado el baloncesto masculino en los últimos años ha sido de gran utilidad para mantener e incluso seguir brillando en la selección nacional de baloncesto, con la que ya acudió a los Juegos Olímpicos (Río 2016) y que en agosto jugará su segundo Mundial.
“Que se haya jugado cuatro años seguidos ha sido muy bueno para el baloncesto venezolano e incluso para los jugadores de la selección. Hay que seguir trabajando para que esto se mantenga e incluso podamos tener temporadas más largas”, consideró el famoso “el súper ratón».
«SPB es un buen torneo, personalmente creo que la cantidad de jugadores importados debe reducirse para aumentar las posibilidades de los juniors. Espero que sea algo que consideren pronto y podamos seguir mejorando”, insistió el de Ocumare del Tuy.
Para los Gladiadores, que le dieron su primer campeonato desde 2018, solo queda agradecimiento. Y la firme convicción de que se trata de una historia que no ha hecho más que empezar y en la que espera seguir siendo protagonista.
Por ahora, el trofeo de 2023 se suma, según el historiador Pedro Marrero, a los que ganó en 2009, 2011, 2012, 2015 (todos con Marinos) y 2018 (con Guaros). Enorgullece un palmarés en el que hay un Premio al Novato del Año (2006) y otro al Mejor Sexto Hombre (2009), además de un MVP final (2015).