El Ministerio de Asuntos Exteriores brasileño ha denunciado el uso indiscriminado de esposas y cadenas para transportar a deportados desde Estados Unidos, lo que viola un acuerdo bilateral que prevé un «trato digno, respetuoso y humano» a los ciudadanos retornados.
Una nota del Ministerio de Relaciones Exteriores indicó que el uso de esposas y cadenas en vuelos de deportación desde Estados Unidos constituye una violación del acuerdo firmado entre ambos países en 2018, en cuyo marco se llevaron a cabo los retornos de ciudadanos brasileños. . . a su país natal.
En este sentido, la nación sudamericana considera inaceptable la violación de lo acordado en el marco de la anterior administración del presidente Donald Trump. Este acuerdo se estableció para reducir el tiempo que pasan los nacionales en los centros de detención de Estados Unidos, debido a la migración irregular.
En el comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores anunció que hará aclaraciones al nuevo gobierno de Estados Unidos y pedirá explicaciones sobre el incidente, además de estar al tanto de los cambios en las políticas migratorias de este país, «para garantizar la protección, seguridad y dignidad de los brasileños que aquí residen.
La carta detalla que, a través de contactos entre el Ministerio de Relaciones Exteriores, las autoridades de la PF y la Fuerza Aérea en Manaos y Brasilia, el gobierno brasileño recopiló información sobre el “trato degradante dado a los hombres y mujeres brasileños esposados, esposados y esposados” en la referida repatriación. vuelo enviado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos, y que llegó a Brasil el viernes 24 de enero.
Asimismo, se precisan las condiciones desfavorables en las que realizó su escala en el aeropuerto Eduardo Gomes de Manaos, pues se trataba de un avión en mal estado, con un sistema de aire acondicionado defectuoso y otros problemas técnicos.
Los 88 ciudadanos brasileños a bordo denunciaron el trato indigno que les dio el ICE. Fueron recibidos por las autoridades brasileñas, recibieron alimentos, líquidos, acceso a duchas y áreas de descanso. Al día siguiente fueron transportados a Belo Horizonte en un vuelo de la Fuerza Aérea Brasileña.
Este es el primer vuelo de repatriación que recibe Brasil después de la administración Trump, lo que está asociado al acuerdo firmado entre los dos países, pero ocurre en el contexto de redadas masivas y deportaciones promovidas por el gabinete del presidente.