El Gobierno de Bolivia sostiene entre sus hipótesis que el fallido golpe fue orquestado por intereses extranjeros, indicó el ministro de Defensa, Edmundo Novillo. «Mire, no excluimos que, en realidad, todo esto haya sido promovido, impulsado por un fondo de intereses externos. «No está excluido», afirmó.
El ministro señaló que, para conocer todos los antecedentes de lo sucedido, el gobierno de Luis Arce realiza una investigación detallada de las actividades previas del depuesto comandante del ejército, general Juan José Zúñiga, quien encabezó el levantamiento militar del miércoles en La Paz.
«Analizarán, no sólo estas declaraciones, sino también sus acciones más atrás, qué actividades realizó, con quién tuvo vínculos, reuniones y no excluimos que esta acción haya tenido un impulso externo, especialmente para quebrar la democracia. generará desorden en el país», afirmó Novillo.
El ministro también abordó el interés extranjero por los recursos naturales bolivianos: «Fundamentalmente el país siempre ha tenido interés en controlar el poder político para saquear los recursos naturales y, en este momento, el interés es el litio».
Narrativa del “autogolpe”.
Novillo también habló de las versiones que dicen que la movilización emprendida por el general Zúñiga fue planeada por el Gobierno que encabeza el presidente Luis Arce. El ministro calificó estas declaraciones de «mentiras de derecha».
«Creo que la derecha no es sincera, nunca lo ha sido y en realidad lo que siempre está trabajando es entorpecer, confundir a la ciudadanía, generar desorden, sacar al Gobierno, en realidad está trabajando en contra de nuestro Gobierno» , él dijo.
El ministro señaló que la oposición al Gobierno de Arce «carece de sinceridad» y que «aprovecha» la situación para obtener beneficios políticos.
«No jugamos con golpes de Estado, hay vidas humanas en juego y, en consecuencia, todas las investigaciones, las detenciones que hemos hecho, serán sanciones severas», advirtió.
«La locura esquizofrénica de Zúñiga»
Sobre el origen del intento de golpe, el ministro Novillo dijo que el plan fue asumido por la mayoría de las Fuerzas Armadas del país latinoamericano.
«Esto se debió a muy pocos soldados y, diría yo, a una locura esquizofrénica de (el destituido comandante del Ejército, general Juan José) Zúñiga, que lamentablemente despidió a otros comandantes de la fuerza, y que involucró a otros militares», dijo.
Novillo aseguró que muchas unidades militares permanecieron en sus puestos realizando actividades normales, por lo que la insurgencia no representa a la mayoría de las Fuerzas Armadas de Bolivia.
Fuente: Sputnik
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