El documental Funes, Máquina y Corazón, que se estrenará comercialmente en el país el próximo 15 de agosto, destaca el momento que vive el cine venezolano, donde la producción nunca cesa a pesar de las circunstancias.
Esta es casi la ópera prima del experimentado cineasta e ingeniero de sonido Josué Saavedra, quien ha estado detrás de 40 años de trabajos cinematográficos dedicados a aspectos relacionados con el audio, hasta que decidió dedicarse a esta parte por un tiempo. al trabajo de producir y dirigir micro, cortometrajes y mediometrajes, pero ahora está listo para dedicar el resto a la producción a largo plazo.
Esta película es un homenaje al héroe iconográfico del cine venezolano, José Manuel Funes, a quien Saavedra siempre no duda en calificar como maquinista, camarógrafo, ingeniero de sonido, decorador, escenógrafo, montador, atractivo y necesario en diversas películas venezolanas. productor, asistente de dirección, ingeniero jefe. Cuando ingresó al cine mexicano fue con directores como Luis Armando Roche (Aire Libre y El cine soy yo) y Alessandro Blasetti (Saga Bolívar) e incluso más allá de nuestras fronteras. No hay que hacer nada, dice Saavedra, con su temido y recordado abuelo, el legendario explotador cauchero y militar Tomás Funes Guevara, conocido como el «Terror de la Amazonía» a principios del siglo pasado.
A Josué se le quiebra la voz al recordar al héroe fallecido el 27 de junio de 2008, y celebra su decisión de retratar la historia de un hombre que tanto amó por su don al pueblo y sus enseñanzas entre Caracas y Mérida, donde llevó una vida santa. y carrera vivida a la educación también.
Padre del Museo Cinematográfico de Venezuela José Manuel Funes, ubicado en el Centro Cultural Tulio Febres Cordero de Mérida, es un homenaje a la memoria del hombre indispensable a quien Saavedra dedicó cinco años de su vida, emprendiendo la producción de la producción. y el director, con la colaboración directa de Edgard Narváez en el guión.
“Lo conocía porque trabajaba en cine desde los 25 años y él siempre estaba en todas partes, en todas las películas. Era un trabajador famoso, un activista social, fundó un sindicato, donde nos enseñó cómo proteger a los trabajadores, y un día lo miré y dije: este hombre morirá y este evento fracasará. . Llamé a mis amigos y llegamos a la conclusión de que deberíamos hacer una película”.
«Funes, la máquina y el corazón» es una película de más de una hora de duración, que incluye los testimonios de Roman Chalboud, entrevistas con el propio héroe, grabaciones y extractos de la historia del cine venezolano, apoyado en la producción por el Centro. El apoyo de la Asociación Nacional de Cinematografía Autónoma, la Asociación Nacional de Directores de Fotografía, Amazonia Films, Villa del Cine y la cooperativa Pro Cine, además de amigos que comparten el amor y la pasión por el oficio.
La idea, advierte Jozu, es «mostrar quiénes somos como cine venezolano y demostrar que la gente cree en nosotros» luego en las escuelas de cine y en la calle.
Cariño mío
Los técnicos, en general, son el último eslabón del cine aquí y en cualquier parte del mundo, más allá de la popularidad de los directores, a veces guionistas y, a menudo, actrices y actores.
Así lo advierte Josué Saavedra, quien, con la determinación de las hormigas, encuentra otro motivo justo para llevar a cabo un proyecto que apoye la trascendencia de los trabajadores que permiten que la fantástica ilusión que conforma la película se haga realidad.
José Manuel Funes, personaje divertido, histórico y querido, tiene cualidades que conviene recordar con admiración.