Una nueva actualización de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) advierte que existe un 80% de posibilidades de que el fenómeno meteorológico conocido como El Niño comience este verano.
En particular, se espera que ocurra entre julio y septiembre de 2023, aumentando las temperaturas en todo el mundo y provocando sequías o precipitaciones en diferentes regiones. Sin embargo, la OMM explicó que no hay indicios de la fuerza o duración de este fenómeno climático, dijo Prensa Latina.
“Lo más probable es que el desarrollo de El Niño provoque un nuevo aumento del calentamiento global y aumente las posibilidades de romper récords de temperatura”, dijo Petteri Taalas, secretario general de la organización, citado por la agencia.
Los episodios de El Niño suelen durar de nueve a 12 meses, en promedio cada dos a siete años. Este fenómeno climático natural está asociado con el calentamiento de la temperatura superficial del Océano Pacífico tropical central y oriental.
De manera similar, estos episodios generalmente se asocian con un aumento de las precipitaciones en algunas partes del sur de América del Sur, los Estados Unidos, el Cuerno de África y Asia central.
Por el contrario, el fenómeno puede causar graves daños en Australia, Indonesia y partes del sur de Asia.
Del mismo modo, las aguas cálidas de El Niño pueden alimentar huracanes en el Océano Pacífico central y oriental.
El Niño, La Niña y el estado neutral se alternan en un ciclo irregular llamado El Niño Oscilación del Sur llamado ENOS.
El ciclo puede afectar el clima y el clima del planeta, con escalas que pueden ser estacionales o anuales, constituyendo así la mayor variación en el sistema climático del planeta.