El pasado martes dejó de existir el prestigioso técnico Joel Díaz, uno de los íconos sobre el césped paraguayo durante años.
Joel se inició en el Hipódromo de Punto Fijo a principios de los años 70 como jockey donde ganó varias carreras, luego galopa, capataz y buen entrenador de carreras desde la temporada de 1979.
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En los años 90 logró obtener más estadísticas, incursionando en 42 campañas reportando más de 800 triunfos y cientos de aprendices de jockey formados bajo su tutela, entre ellos su nieto Leomar Sangronis, quien milita en el circuito de La Rinconada.
Díaz fue sometido a una delicada operación quirúrgica por una lesión en el cuello y tuvo complicaciones que provocaron su fatal muerte. Su marcha ha provocado desánimo en la comunidad ecuestre de la península. Paz al alma de Joel Díaz, que la luz eterna brille para él.