
Bruselas, Belgica.- A partir de noviembre, las plataformas digitales Facebook e Instagram ofrecerán un sistema de suscripción de pago y sin publicidad a sus usuarios en Europa, anunció este lunes la empresa Meta.
La oferta estará disponible para usuarios de la Unión Europea (UE), el Espacio Económico Europeo (EEE, que incluye Noruega, Islandia y Liechtenstein) y Suiza, aunque los servicios seguirán estando disponibles de forma gratuita con publicidad.
En el comunicado, la compañía señala que el coste de la suscripción para utilizar Facebook o Instagram sin publicidad será de 9,99 euros al mes (10,59 dólares) para su uso en la web, y de 12,99 euros (13,77 dólares) en el móvil.
Mientras los usuarios mantengan activa su suscripción, “su información no será utilizada con fines publicitarios”.
Según Meta, el lanzamiento de la propuesta de suscripción se debe a la necesidad de «cumplir con una normativa europea en evolución».
El modelo de Meta de personalizar la publicidad visible basándose en la información recopilada de los usuarios incluso sin su consentimiento explícito es motivo de preocupación en la UE.
En este escenario, el lanzamiento del modelo de suscripción paga es un intento de Meta de atender las quejas en la UE sobre la privacidad y el procesamiento de la información de los usuarios.
«La opción para que las personas compren una suscripción sin publicidad equilibra los requisitos de los reguladores europeos, al tiempo que ofrece a los usuarios opciones y permite a Meta continuar sirviendo a todas las personas en la UE, el EEE y Suiza», dijo la compañía.
Meta señaló en su nota que los usuarios podrían «seguir utilizando servicios personalizados de forma gratuita a través de publicidad, o suscribirse para dejar de ver anuncios».
Mientras tanto, si un usuario decide no pagar la suscripción y mantener el formato gratuito, la «experiencia sigue siendo la misma».
Privacidad, eje central
La UE ha adoptado dos leyes para regular el funcionamiento de las plataformas en el espacio europeo: una sobre servicios digitales (LSD) y otra sobre mercados digitales (LMD).
Estas dos regulaciones definen un marco rígido de operación para las plataformas digitales, con especial énfasis en la protección de la privacidad de los usuarios.
Para ello, la UE también cuenta con una guía específica, el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de 2016, que también se aplica al EEE.
En mayo, Irlanda impuso una multa de nada menos que 1.200 millones de euros a Meta por violar precisamente las normas GDPR para el procesamiento de datos de los usuarios europeos de la red Facebook.
En julio, el Tribunal de Justicia de la UE dictaminó que los usuarios de las redes sociales deberían tener la libertad de «negarse individualmente (…) a dar su consentimiento al procesamiento de datos concretos».
Noruega, que no forma parte de la UE pero sí del EEE, amenazó en julio con imponer a Meta una multa diaria de 100.000 dólares por su uso de información personal en la definición de publicidad.
Cuando a principios de octubre surgieron los primeros rumores sobre esta idea Meta, el abogado y activista austriaco Max Schrems afirmó que «los derechos fundamentales no pueden estar a la venta».
«Introducir esta idea en el ámbito de los derechos de protección de datos es un cambio fundamental. Lo enfrentaremos en los tribunales», escribió Schrems, fundador de la ONG Noyb, que defiende el derecho a la privacidad en las plataformas digitales.
Para el experto Christophe Carugati, del grupo de expertos en derechos digitales Bruegel, la idea de Meta está en línea con la normativa de la UE.
Sin embargo, añadió que corresponde a los países europeos decidir si las plataformas en línea pueden ofrecer una opción binaria entre ser rastreados o pagar por la privacidad.
La clave será definir si el pago «se considera una elección libre», afirmó Carugati, quien destacó la expectativa de que sólo un pequeño número de usuarios opte por la versión paga. Agencias