En el panorama energético actual, Bolivia enfrenta un dilema crítico: la necesidad imperante de renovar la legislación en el sector de hidrocarburos para devolver sus reservas y evitar la transición a un Estado importador de combustibles, situación que ha puesto de relieve el ex ministro y experto. en energía. sujeto Álvaro Ríos, quien enfatizó la importancia de incentivar la exploración y explotación de nuevos yacimientos.
Con más de una década de estancamiento en la innovación legislativa en el sector, Ríos advierte que sin una ley que impulse la exploración, Bolivia corre el riesgo de profundizar su vulnerabilidad económica. La proyección a 30 años muestra que la demanda de gasolina, diesel, gas licuado de petróleo y gas natural persistirá, haciendo insostenible la perspectiva de importar combustibles por un valor estimado de cinco mil millones de dólares al año, especialmente cuando los recursos no se explotan en el subsuelo boliviano. .
El problema se agudiza al considerar la Ley de Incentivos de 2015, que, según el presidente de Yacimientos Petrolófilos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, fue un fracaso estratégico que no se materializó de manera efectiva y desencadenó una disminución de la producción nacional y un aumento. en dependencia de las importaciones.
La solución propuesta es clara: una nueva Ley de Hidrocarburos que actuará como catalizador de la exploración y asegurará la autosuficiencia energética del país, fundamental para su desarrollo sostenible y su autonomía económica.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 28 de mayo de 2024
Fuente: Sputnik
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