El exconsejero de Políticas Sociales de Madrid, Alberto Reyero, y el exdirector general de Coordinación Sociosanitaria, Carlos Mur, han declarado este jueves ante un juzgado sobre los protocolos que impiden el traslado de ancianos y residencias en los hospitales según sus grado de dependencia en la primera ola de covid.
Por primera vez en España, el Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid tomó declaración como testigos a dos líderes políticos por su actuación en los primeros meses de la pandemia, cuando más de 6.000 ancianos fallecieron sin asistencia sanitaria en residencias de Madrid.
Según el exconcejal Reyero, «eran protocolos de exclusión; se excluía a las personas en función de su situación de dependencia o discapacidad», y eso impedía que fueran enviadas a hospitales, dijo a su llegada a los Juzgados de Plaza Castilla, mientras Mur No hizo ninguna declaración y fue recibido por familiares con gritos de «asesino».
Tras la comparecencia, el abogado de las familias, Carlos Vilar, dijo que los dos discreparon ante el juez sobre si los protocolos eran obligatorios o no.
La declaración de Reyero «fue contundente», según el letrado, mientras que Mur repitió lo que ya había manifestado ante la Asamblea de Madrid, aunque reconoció que «recibió un correo de Reyero, el 22 de marzo de 2020, que en la Asamblea lo niega».
En este correo, Reyero dijo que «se opone a la aplicación de la escala de Barthel y el GDS, que miden la movilidad funcional y los problemas mentales» de los mayores para decidir sobre las derivaciones y advertir «que esto podría ser delictivo».
Según el abogado, Mur le dijo al juez «que él también estaba en contra de estas escalas» y, tras ser preguntado por qué la firmó, dijo que «lo hizo para apoyar a todos los médicos y geriatras que estaban desesperados y necesitaban el apoyo de la Administración, para no tener que tomar una decisión personal en cosas así».
Tras ser definido como «una persona sin mando en un puesto de nueva creación», Mur insistió en que los protocolos «no eran definitivos y que eran documentos clínicos», es decir, «aplicación según criterio del médico, no órdenes administrativas», dijo. El abogado.
Preguntado por si su superior -el ministro de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero- lo sabía, Mur afirmó que Escudero «es quien da las instrucciones y decide enviar los protocolos a los hospitales. Los envió a las residencias el Ministerio de Políticas Sociales». , siempre según el relato del abogado.
Por su parte, la presidenta autonómica Isabel Díaz Ayuso expresó este jueves en la Asamblea de Madrid que espera que Reyero «acabe imputado» tras declarar sobre los protocolos.
«Espero que este señor (Reyero) sea acusado hoy por sus declaraciones», dijo Ayuso en la Asamblea en respuesta a una pregunta parlamentaria de la portavoz de Más Madrid, Mónica García, en el último pleno de la legislatura.