Estar en la Copa del Mundo no es sólo para que los ciudadanos de cada país estén orgullosos; El Mundial es también un magnífico vehículo para venderse, en el sentido futbolístico, porque no puede haber mejor escaparate. Son tiempos en los que los clubes de todo el mundo, representados por sus agentes autorizados, mantienen los ojos y las cuentas bancarias abiertas para, en algunos casos, adquirir los jugadores que les gustan o que sus organizaciones necesitan. Exaltar, revelarse, hacer movimientos acrobáticos puede convencer y a veces engañar.
Por eso llegar a la fecha puede ser redentor, transformador, único, y de ahí en adelante convertir a los futbolistas en actores famosos. En rigor, los jugadores venezolanos son poco conocidos. Salvo unos pocos, aquellos a quienes el fútbol ha colocado en equipos de ese continente, casi ninguno es escuchado y resuena en los oídos y anhelos de los amos del juego. Una presencia en Canadá-Estados Unidos-México sería la explosión de una fama que aún está pendiente y que siempre ha estado en proceso de cumplirse.
Sería muy diferente llegar allí. No es lo mismo marcarle un gol a Brasil en una eliminatoria, como Eduard Bellos, que marcarle un gol en el Mundial. Escribirlo en ese escenario haría que los comerciantes del fútbol preguntaran por él, porque si ha sido capaz de un acto como este, ¿qué no podría dibujar en una liga europea?
Entonces tuvimos que preguntarnos, jugando con picardía al juego de las adivinanzas, esto: ¿qué jugadores de la Vinotinto podrían ganar el premio mayor de ser contratados por clubes, no cualquier equipo, sino los de estirpe? ¿Cuántos de ellos cumplirían su sueño de viajar a Europa y, en virtud de sus logros y metas, dedicarse? ¿Cuál de ellos estaría en las libretas de los empresarios acreditados?
No es fácil responder, pero parece que Yeferson Soteldo sería el más buscado. Su descaro hacia los defensores, su visión de la portería rival y su relativa juventud, 26 años, pueden ser argumentos inevitables. Soteldo ha dejado huella y sabor de gran jugador que no pasaría desapercibido para los ojeadores; Sólo tenemos que ver si puede ser continuo, si sus habilidades pueden hacerlo en este juego, en el próximo y en el siguiente. Y si nos preguntamos por Salomón Rondón, quizás el futbolista venezolano más famoso y reconocido, no sería lo mismo: sus 34 años serían una barrera impenetrable, un factor muy tenido en cuenta en estos lares del mundo.
Alexander González podría tener sus opciones europeas, y José Andrés Martínez «el Brujo» la suya, cada uno con sus características. Bueno, no sigamos. No conviene dejarse llevar por dos victorias mundialistas y el entusiasmo que acompaña ese camino, porque al final «el entusiasmo mata».
Ecuador y Perú darán que hablar…
Conocer a estos dos rivales sudamericanos podría ser un buen motivo para conocer las posibilidades de los jugadores venezolanos. Los ecuatorianos, duros como piedras en el camino, suelen ser oponentes valientes en Quito, pero no de tal magnitud fuera de sus dominios. De cualquier manera, requieren los antecedentes físicos de sus oponentes, y conocerlos puede ser la llave que abra las puertas de la verdad.
Creemos que con los peruanos será diferente, porque el fútbol inca, aunque suele ser más sutil, también es bueno para golpear y controlar. Los chicos de Machu Pichu quieren ganar y esa prueba les vendrá bien a los venezolanos.
En definitiva, dos partidos para medir las posibilidades colectivas, pero sobre todo las capacidades individuales de los integrantes de la Vinotinto. Entonces Ecuador y Perú darán que hablar…
Una punta
Tiempo
En el pasado, los jugadores venezolanos sólo fueron vistos en Premundiales y Copas Libertadores. Hoy es muy fácil llevarlos a otras latitudes.
influencias
Pero desde la época de Richard Páez y especialmente de César Faria, muchos de ellos han encontrado un lugar en equipos de importancia internacional.
Viajeros
Algunos han tenido ciclos importantes. Ricardo David Páez y Alejandro Cichero han sido los más prolíficos, habiendo jugado en más de 10 países cada uno.
Circuitos
Muchos también se han ido a ligas de categorías inferiores, como República Dominicana, Haití, Nicaragua o Panamá, porque sus contratos son bajos.
Precio
Jugar un Mundial y destacar puede incrementar cinco o seis veces el precio de un jugador. Por eso, es importante clasificarse para el torneo universal.