España está movilizando 10.000 tropas más, entre ellas el ejército, la policía y la Guardia Civil, después de que la tormenta azotara Valencia, en la costa mediterránea, dejando al menos 211 muertos y un número indeterminado de personas desaparecidas en lo que puede considerarse el mayor desastre autóctono. en España desde el siglo pasado.
Este sábado, cuatro días después de las inundaciones provocadas por el temporal, miles de efectivos y voluntarios trabajan arduamente para luchar contra el barro y el barro para encontrar los desaparecidos y limpiar las carreteras y accesos a las ciudades para que pueda llegar la ayuda necesaria.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, que dio a conocer las últimas muertes en una comparecencia institucional este sábado, dijo que la recuperación e identificación de los cuerpos de los fallecidos es una de las prioridades del gobierno.
Y para ello anunció el envío de 5.000 militares más a la zona afectada (4.000 llegarán este sábado) y otros tantos guardias civiles y policías hasta alcanzar un total de 10.000 efectivos, que se sumarán a los más de 2.000 ya. dispuestos en la zona.
«Estamos hablando del mayor despliegue de miembros de las fuerzas de seguridad y de los cuerpos de las Fuerzas Armadas del Estado que se ha hecho jamás en nuestro país en tiempos de paz», enfatizó el jefe del Ejecutivo, quien explicó que hasta el momento han estado. Salvaron a más de 30.000 personas en casas, carreteras y zonas industriales inundadas.
Voluntarios se unen a las labores de rescate.
Miles de voluntarios se desplazaron este sábado a los municipios más afectados por las inundaciones para ayudar en las labores de limpieza y acercar productos de primera necesidad a los afectados, ya que en muchos lugares los efectivos más especializados aún no podían llegar.
La solidaridad no sólo la realizan los ciudadanos valencianos. También se envían ayudas desde otras regiones y provincias de España.
Pero también está la otra cara de la moneda, los saqueos y saqueos en comercios y casas abandonadas.
Uno de los objetivos que tendrán los agentes que se desplegarán en la zona es garantizar la seguridad en las calles, lo que es una prioridad, según el presidente del Gobierno, que cifra en 82 las detenciones por robos, actos de expolio y saqueo.