Alejandro Arcos Catalán, presidente municipal (alcalde) de Chilpancingo, capital del estado de Guerrero (en el sur de México), fue encontrado decapitado y su cabeza en el techo de un automóvil en la carretera a Tixtla.
Según funcionarios del Ministerio, minutos antes de las 17:00 hora local, los vecinos informaron que una cabeza humana fue encontrada a la sombra del auto. Los agentes dijeron que el cuerpo del alcalde, quien juró su cargo el pasado lunes 30 de septiembre, fue encontrado dentro de la camioneta en el asiento del pasajero.
Alejandro Moreno, presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), al que pertenece el alcalde, confirmó el asesinato en un mensaje en las redes sociales desde México. A su vez, la Fiscalía General de Justicia de México ya inició una investigación para esclarecer el asesinato.
Guerrero es uno de los estados mexicanos más afectados por la violencia de los cárteles de la droga debido a su ubicación estratégica a lo largo de la costa del Pacífico. Más de 450.000 personas han muerto y decenas de miles han desaparecido desde que el gobierno mexicano envió al ejército a luchar contra el narcotráfico en 2006.
Los políticos, especialmente a nivel local, suelen ser víctimas de la corrupción y la violencia vinculadas al multimillonario tráfico de drogas.
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