
Claudio Fermín, presidente de Soluciones para Venezuela, dijo que «no ve» la detención de Rocío San Miguel, directora de la ONG Ciudadano, y que las Fuerzas Armadas «no tienen ningún significado ilegal».
Tras destacar la trayectoria profesional de San Miguel desarrollando una línea de investigación en seguridad nacional en diversas instituciones educativas, Fermín afirmó que «todos los funcionarios, desde el Presidente hasta los encargados de cualquier programa, están sujetos a fiscalización y rendición de cuentas» y que «el territorio, la seguridad, y la defensa no puede escapar al escrutinio público».
Fermín «llamó a respetar el debido proceso y comparó los argumentos de la Fiscalía sobre la reserva legal que impide divulgar información sobre la detención de un defensor de derechos humanos con otros casos en los que se han hecho públicas grabaciones y videos».
También cuestionó los cinco años de «indiferencia e indiferencia hacia quienes exigían un bloqueo contra el país mientras detenían a personas que conspiraban con el gobierno interino y exigían salarios».
«Reiteramos nuestro firme rechazo a los golpes de estado y las conspiraciones», afirmó el ex candidato presidencial, «pero no se puede llamar golpe de Estado a quien exige una investigación transparente de las cuestiones militares, a quien exige información sistemática sobre lo que está sucediendo».
Al evaluar la detención de San Miguel como un tema delicado, el político dijo: «Es imposible que no podamos hablar de temas militares».
«Las Fuerzas Armadas necesitan más apoyo, pero no sólo para los militares, sino también para nosotros los civiles», afirmó.
Reiteró que el caso de Rocío San Miguel provocó un debate más amplio porque «quienes estudian el tema militar no pueden ser cuestionados».
Finalmente, Fermín llamó a votar por la «distensión política» e insistió en su llamado desde hace dos años a una Amnistía Política General basada en cuatro aspectos: la liberación de los presos políticos, el fin de las inhabilitaciones, la suspensión de los juicios a los partidos políticos y la exigencia de que se retiren quienes exigen sanciones contra Venezuela.
El punto opuesto