Analizando los países con mayor nivel de desarrollo encontramos un denominador común: en ellos, la empresa privada juega un papel clave en la actividad económica.
La actividad económica privada se ha consolidado como la mayor fuente de empleo a nivel mundial. Se estima que casi 2 mil millones de personas obtienen sus ingresos trabajando para empresas privadas, lo que representa el 90% de todos los trabajadores en muchas de las economías más avanzadas del mundo.
En los países donde el sector privado lidera la creación de empleo, la tasa de desempleo suele ser inferior al 6%. Además, los empleados disfrutan de beneficios como planes de financiamiento para vivienda, vehículos y electrodomésticos, mientras ganan un salario promedio de más de $1,000 por mes.
Esto demuestra que el emprendimiento privado es un factor fundamental de desarrollo. Su participación activa en la economía asegura mayores niveles de producción y comercialización de bienes y servicios para satisfacer el consumo interno y aumentar las exportaciones.
La empresa privada no es sólo un motor de desarrollo económico, sino también un generador de oportunidades que mejoran la calidad de vida de las personas y fortalecen el tejido social.
Vicente Brito
el presidente
Red de Protección del Empleo,
Propiedad y Constitución.
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