Somos uno de los países del mundo con mayores niveles de importaciones, se estima que entre el 45% y el 75% en cantidad de los distintos productos importados para cubrir el consumo nacional, incluyen materias primas, productos semiprocesados y mercancías ya. listos para la venta o lo que se llama productos terminados. Buena parte de los ingresos en dólares se reciben por la venta de petróleo, remesas, etc. Su objetivo es respaldar estos elevados volúmenes de importaciones. Se estima que este año 2023 serán más de 10 mil millones de dólares.
Si al menos dos tercios de los productos importados se produjeran en el país, se crearían más de 500 mil empleos directos y hasta un millón de empleos indirectos, aumentando el poder adquisitivo de los nuevos empleados y su efecto en otros sectores económicos. Además, se podría dar la oportunidad a jóvenes que necesitan trabajar y no necesitan emigrar a otros países en busca de empleo.
Los sectores primario y secundario de la economía son los más afectados por estas importaciones masivas. Somos deficitarios en la producción de hortalizas agrícolas y la mayor parte de nuestro consumo es importado: soja, café, trigo, arroz, azúcar, hortalizas, etc. Cuando se comparan los niveles de producción de hace 25 años con los actuales, es evidente que la confiscación de tierras y de las empresas procesadoras provocaron esta caída en la producción de alimentos. En la producción industrial se observa una importante caída, que la sitúa por debajo del 40% y en el caso de los fabricantes de electrodomésticos y textiles, por debajo del 20%, y también de automóviles por debajo del 5%. Eso, unido a la caída de la producción de todas las empresas industriales nacionalizadas, cuyo déficit les obliga a importar parte de los materiales que han dejado de producir. Eso crea una limitación al crecimiento económico y al empleo al mantener altos niveles de importaciones para cubrir el consumo nacional.
La solución está en manos de quienes dirigen la economía del país, quienes insisten en apoyar un modelo productivo controlado en gran medida por el Estado, lo que provoca que los altos niveles de inflación hagan que el Banco Central utilice buena parte de los recursos financieros que emite. para soportar pérdidas de este conglomerado comercial público que supera los 100 mil millones de dólares en los últimos 15 años. En algunos casos, por encima de los montos asignados a gobernadores y alcaldes, con sus efectos en los niveles de desarrollo de las regiones.
Vicente Brito
Presidente
Red por la defensa del trabajo, la propiedad y la Constitución.