El papa Francisco criticó este miércoles ante el Consejo de Seguridad de la ONU la aparición de nacionalismos cerrados, resentidos y agresivos que han desencadenado guerras cuyas consecuencias se dejarán sentir durante décadas.
“Con el nacimiento de las Naciones Unidas, parecía que la humanidad aprendió a caminar, después de dos terribles guerras mundiales, hacia una paz más estable; para finalmente convertirse en una familia de naciones”, dijo Francisco en un discurso leído en su nombre por Paul Richard. Gallagher, Secretario de Relaciones con los Estados del Vaticano.
“Sino que parece que la historia va hacia atrás, con el ascenso de nacionalismos cerrados, exasperados, resentidos y agresivos, que han desatado conflictos no solo anacrónicos y trasnochados, sino más violentos”, agregó.
Según el Papa, hoy vivimos una «tercera guerra mundial fragmentada» que parece extenderse y que, dijo, es fruto de una «falta de fraternidad».
Así, Francisco pidió al Consejo de Seguridad “afrontar los problemas comunes, dejando de lado ideologías y particularismos, visiones e intereses partidistas, y cultivando un único fin: trabajar por el bien de la humanidad”.
Francisco consideró que para construir la paz «es necesario salir de la lógica de la legitimidad de la guerra», sobre todo porque hoy «con las armas nucleares y las armas de destrucción masiva, el campo de batalla se ha vuelto prácticamente ilimitado y los efectos, potencialmente catastróficos».
“Ha llegado el momento de decir seriamente “no” a la guerra, de afirmar que las guerras no son justas, sólo la paz es justa; una paz estable y duradera, no construida sobre el tambaleante equilibrio de la disuasión, sino sobre la fraternidad que nos une” , el insistió.
El mensaje del Papa formó parte de un debate en el Consejo de Seguridad dedicado a promover la fraternidad para mantener la paz, encuentro organizado por Emiratos Árabes Unidos y en el que también participó, entre otros, el gran imán de Al-Azhar, Ahmed Al Tayeb. y el secretario general de la ONU, António Guterres.