El mundo cultural del país se encuentra de profundo luto tras la noticia del fallecimiento de la cineasta venezolana Margot Benaserraf (1926-2024) ayer miércoles, a la edad de 97 años.
En 1959, en el Festival de Cine de Cannes, cuando recibió dos premios de la Crítica Internacional y de la Comisión Técnica por su largometraje Araya, uno de los pilares del cine documental latinoamericano, el director, guionista y productor tuvo una gran claridad a pesar de su avance. película. . edad
Entre sus múltiples reconocimientos, recibió la Orden Francisco de Miranda de manos del presidente Nicolás Maduro en 2018.
Nació en Caracas y formó parte de la primera promoción de Licenciados en Filosofía y Letras de la Universidad Central de Venezuela en 1947 para continuar sus estudios de cinematografía en París de 1950-1952.
Su primer trabajo fue un documental de 1951 sobre Armando Reverón, otra obra maestra del cine venezolano que fue admirada primero por su juventud y luego por su feminidad. En 1966 fundó el Cine Nacional, que dirigió durante tres años, y luego recién pasó a formar parte de la junta directiva.
Los funerales por su eterno descanso se realizaron ayer en la Villa Beit Yosef de San Bernardino de acuerdo con las reglas funerarias judías, lo que permitió al Ministro de Cultura, Ernesto Villegas, ofrecer sus condolencias en nombre del Gobierno nacional. del presidente.
Villegas, Benaserraf, así como Román Chalboud y Juanita Mota (pareja inseparable de Armando Reverón), aseguraron que esperan ver el momento en que sean trasladados al Panteón Nacional, porque son «expresión afectuosa de Venezuela». .
En entrevista con Pablo Gamba, Margot recordó: «Fueron muy importantes para Araya, porque veía América Latina con una nueva visión. Glauber Rocha, que me entrevistó en Cannes, siempre no estuvo influenciado por Araya en Venezuela, sino por el Cinema Novo en Brasil». Es interesante que Araya haya ido al festival de cine. ¿Es ficción? Pero bueno, tuvieron que etiquetar».