El hombre misterioso del cementerio vestía un traje elegante, un bombín y un bastón. Gastón y Asdrúbal vieron el reloj de las dos de la madrugada cuando ingresaron al cementerio santo de Medellín.
Habían estado robando algunas lápidas cuando vieron a un hombre extraño caminando sigilosamente entre las tumbas. Pero se les heló la sangre al ver que la brisa los levantaba levemente mientras caminaban.
¡Viste eso!dijo Gastón, mientras Asdrúbal estaba inmovilizado, el frío amanecer después de tomar un café fuerte en 1988 hizo que los dos jóvenes cambiaran de rumbo. Decidieron ir a otra parte del cementerio.
«Vamos, no sé quién es ese hombre». Pero después de caminar durante varios minutos y utilizar una linterna y la luz de la luna llena, vuelven a ver al mismo hombre. Miraron cuando vieron al hombre caminando por uno de los pasillos.
El misterioso hombre del Cementerio
Se quedaron quietos cuando oyeron pasos y vieron al hombre dándoles la espalda en la intensa luz. Decidieron correr, como pudieron, intentaron alejarse del lugar.
Su respiración era pesada, sus pasos eran inestables, pero lo volvieron a ver cuando se acercaron a la salida. ¡Las lápidas permanecen!… dijo Asdrúbal. Al salir del Cementerio iban por un camino cuando vieron a otro hombre de estatura que no habían visto.
Marchiani cuando les dijo… «No vuelvas o verás lo que te pasará».. Decidieron abandonar el lugar y no regresar jamás. Esta leyenda es una de las más populares de uno de los campos sagrados de Medellín.
Dicen que el misterioso hombre del traje gris es uno de los primeros en ser enterrado en el cementerio.
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