Al principio fue desdén, luego solo curiosidad hasta que sucedió esto increíble hace unas semanas, cuando una multitud de 87,000 almas delirantes vieron a Inglaterra ganar el título europeo contra Alemania. Días después, en el duelo América-Europa, disputado también en Londres, 83.000 corazones quedaron encandilados por el duelo a fuego vivo de Brasil contra los ingleses.
Ya nadie recuerda el desprecio, la curiosidad es una anécdota del pasado reciente. Hoy lo que se palpa es la consolidación de un próspero movimiento de mujeres que ya, traspasando los límites de la incredulidad, levanta pasiones y dinero. En la novena Copa del Mundo, que se jugará en julio-agosto en las remotas Australia y Nueva Zelanda, habrá buen dinero para aquellos equipos que conformen el mejor cuadro. Las voces de los organizadores se escuchan desde Oceanía, y ya, tres meses después del puntapié inicial, se anuncia que se han vendido más de un millón y medio de entradas para el campeonato. ¡Qué evento!
Hace unos años, cuando la selección alemana ganó el Mundial de 2003, el «premio» para los jugadores teutones era un plato para llevar a casa y brindar con café a los invitados. Pero tal fue el giro que para el Mundial 2019, ganado por cuarta vez por Estados Unidos, el premio para el seleccionado ganador fue de un millón y medio de dólares, con un presupuesto total de 15 millones, diez veces menos que el ganador. de este 2023, aunque todavía está distante en relación a la de los hombres: 152 para mujeres, 440 para hombres. Sin embargo, la FIFA cree que en 2027, con muchos países candidatos para organizar, puede ser que los dos ofrezcan cantidades iguales. Por ahora no parece posible, porque para eso necesitamos convencer a países importantes para el fútbol que, como España, Alemania e Italia, aún no están convencidos de la importancia actual y futura de las niñas.
Tal ha sido el éxito que rodea al fútbol femenino, que ya empieza a despertar la envidia entre algunos sectores tradicionalistas que solo ven posible el fútbol entre hombres («¿Las mujeres meten goles? Me dan ganas de reír»). No se dan cuenta de que la televisión se preocupa de poner cámaras y ver chicas emocionadas corriendo detrás de la pelota y mucho menos comparando marcas entre sí. Y quizás ya empiece a ser así, lo que movería los cimientos de un deporte que, por tradición secular, era sólo dominio de hombres. Dependiendo de la avalancha femenina que se avecina, el interés podría volverse el mismo para ambos.
Vaya, parece que el fútbol está cambiando de campo y de forma para seguir la nueva historia. Y no nos sorprende si un día de estos vemos a una chica en el entrenamiento de un gran equipo: ¿cuál sería la aceptación popular? Sí es posible: el fútbol también tiene nombre de mujer.
Venezuela se prepara
La selección se llevó la Copa América con la ilusión de clasificar por primera vez al Mundial. Hubo preparación, coraje y compromiso, pero las diferencias con selecciones como Brasil, que marcaron la pauta durante todo el torneo, dejaban claro que aún quedaba mucho camino por recorrer.
Sin embargo, trabajaron duro y con el cuerpo técnico encabezado por la italiana Pamela Conti, quien trata de asimilar estilos y comportamientos tácticos de otros países en la formación de las chicas criollas. Además, hay esfuerzos por superar el estado físico, pues suelen caer en la segunda mitad de los partidos.
También ha sido difícil mejorar el nivel por la falta de futbolistas de referencia, y por no tener un torneo competitivo en casa, los jugadores no crecen; Afortunadamente, algunos de ellos ya juegan en ligas más exigentes.