Trujillo estuvo en el centro de muchos acontecimientos fundamentales en el camino de Venezuela hacia la independencia. Dos hechos marcan esta entidad, registrados en una antigua casa, ubicada en la Avenida Independencia de la capital Trujillo, donde el Libertador Simón Bolívar firmó la Declaración de Guerra a Muerte, el 15 de junio de 1813, hace 211 años; y el Armisticio y Regularización de la Guerra, en noviembre de 1820.
Originalmente llamada Casa de la Guerra a Muerte; Luego, en 1908, fue el Centro Histórico del estado Trujillo y actualmente se le llama Casa de los Tratados de Bolívar y Sucre, y según historiadores venezolanos y trujillanos, es “la casa de la América libertadora”.
La residencia histórica está a 1 cuadra de la Plaza Bolívar. Perteneció a un caraqueño-escocés del siglo XVIII; allí vivió entonces el general José de la Cruz Carrillo Terán, héroe trujillano, hasta su muerte en 1865.
“No tenemos una fecha exacta sobre la construcción de esta casa, lo que sabemos es que perteneció al escocés Jacobo Antonio Roth. Bolívar se alojó aquí en cuatro de sus visitas a Trujillo. Se dice que pernoctó y fue casa del general Cruz Carrillo, primer presidente de la provincia de Trujillo”, dijo Juan Cristóbal Terán, director de Patrimonio del Instituto Estatal de Cultura y Artes de Trujillo. (Incaet) y Casa de los Tratados.
La historia como terapia.
El profesor y cronista del municipio de Trujillo, Alí Medina Machado, asegura que esta es la patria de la historia de Trujillo, lo que identifica a Trujillo como el bastión de la historia venezolana. “En esta casa permanece la artesanía de Trujillo, la esencia de nuestra cultura, nuestra vida tradicional trujillana y eso hace de esta casa un verdadero museo histórico, un tesoro pedagógico vivo, duradero y que respira”.
Dice que cuando estás en la casa “se respira el aire de la presencia física del concepto Trujillo; más aún, el de Trujillo. Todo el edificio Trujillo de este pueblo, en todos sus aspectos históricos, está cimentado y emerge en esta casa, en este templo histórico”.
Medina Machado propuso diseñar un programa pedagógico, con el apoyo de la Dirección General de Educación, que recoja la historia de la región desde lo local hasta lo nacional, para considerar a Trujillo como una provincia fundamental en la formación de un venezolano de calidad.
“Esta casa cambia la visión de vida de muchas personas que la visitan, empezando por los niños. En esta casa hay un gran contenido emocional, conceptos, ética, historia, pertenencia, identidad, valores. Esta casa es de propiedad, es un proyecto permanente de Trujillo”, señala.
Espacio para reuniones
César Delgado, representante del Gabinete Cultural, dijo que en la Casa del Pacto Bolívar y Sucre hay una programación de largo plazo que llevan a cabo diferentes organizaciones como Libros Vivos, el Movimiento Pulsera, el Movimiento Popular de la Tercera Edad y visitas guiadas para estudiantes. . estudiantes de secundaria y estudiantes universitarios.
“Este, además de ser un centro histórico para investigadores, también es un espacio de encuentro para movimientos culturales. Aquí ha habido cantos fúnebres, exposiciones, conferencias, diálogos, seminarios, talleres, presentaciones, charlas históricas, este museo sigue vivo. La casa se utiliza para muchos propósitos. Este es el centro cultural de la ciudad. Es un hogar para el pueblo Trujillo. El hogar de hoy es un espacio creativo y entretenido para todos”.
Delgado afirma con orgullo que los valores culturales e históricos de esta casa son un tesoro que hay que valorar y proteger.
Museo
En este espacio histórico funcionó el primer telégrafo de Trujillo y la primera imprenta y en él se encuentra el Centro Universitario Rafael Rangel, nació el Ateneo de Trujillo, el Museo Cristóbal Mendoza, que alberga artefactos del primer presidente, la primera biblioteca pública de Venezuela. . Juan Cristóbal Terán dijo que hoy es un museo donde se combinan en el salón de armas las muestras de la época prehispánica, la ancestral Cuica, la época colonial y la época independentista.