El municipio de Paz Castillo (Santa Lucía del Tuy), en Miranda, es un bastión agrícola donde el cultivo del maíz no sólo es una tradición sino también un importante motor económico. Con el 75% del territorio dedicado a actividades de producción agrícola, el maíz se ha posicionado como uno de los cultivos favoritos de los productores locales. Las variedades más destacadas son Inia 7 y Sesentón.
Marvi Calvo, directora de la Secretaría de Economía de la Producción de la jurisdicción Lucite, confirmó que la variedad Inia 7 es la más cultivada en esta región desde hace muchos años; Pero en los últimos años Sesentón ha despuntado gracias a su alto rendimiento y rapidez de producción.
“El cambio en las preferencias de los agricultores refleja una adaptación a las nuevas demandas del mercado y condiciones climáticas, así como un compromiso con la sostenibilidad y la autosuficiencia”, señala.
El alcalde Víctor Julio González es un pilar fundamental en el apoyo a los agricultores. A través de su gestión promueve el suministro anual de semillas de maíz. “Esta iniciativa le ha permitido al agricultor Paz Castillo guardar sus semillas, estableciendo así un sistema de cultivo que crece cada año. «El intercambio de bienes y las ventas directas entre productores ha fortalecido aún más a la comunidad agrícola, reduciendo la dependencia de los intermediarios», afirmó.
La producción de maíz en Paz Castillo en 2024, a pesar de desafíos como el ataque del gusano cogollero que causó algunos daños, aún ascendió a 2.607 toneladas. Estos datos son un testimonio de los esfuerzos colectivos de los agricultores y la capacidad de adaptación de la industria.
Las 869 hectáreas sembradas de maíz, contabilizadas por la Secretaría de Economía de la Producción de la Alcaldía Paz Castillo, muestran el compromiso y dedicación de los productores, quienes ante el aumento de la producción intentaron reducir el precio del maíz.
El aumento de la producción no sólo beneficia a los agricultores sino que también tiene un impacto significativo en la economía local, permitiendo que más familias accedan a este alimento básico a precios asequibles. Este círculo virtuoso de producción y consumo es un claro ejemplo de cómo la agricultura puede ser una poderosa herramienta para el desarrollo económico y social de las comunidades.
Calvo enfatizó que cultivar maíz en Santa Lucía representa no sólo una opción agrícola sino también una forma de vida y un símbolo de resistencia y solidaridad entre los productores.
Eje de producción
El 75% de las 214 comunidades del municipio de Paz Castillo se dedican a la producción agrícola. Esto significa que 160 comunidades, a través de diversas actividades agrícolas, contribuyen a los medios de vida locales y regionales.
Entre las comunidades más destacadas por sus ocupaciones agrícolas se encuentran aquellas cuyos territorios están especializados en la producción. “Por ejemplo, en el eje Siquire, comunidades como Los Guayabitos, Tomuso, Cárdenas y El Palmar se dedican completamente a la agricultura. Estas comunidades han desarrollado técnicas y prácticas que les permiten maximizar los rendimientos y adaptarse a las condiciones ambientales, dijo Calvo.
Otro eje importante es Las Adjuntas, así como San Vicente, donde se han incorporado como productores comunidades como Urapal, Marín y Santa Rita. En el casco urbano también destacan por su dedicación a la agricultura localidades como Los Rebalses, Primero de Mayo, Macuto y El Paraíso de Los Gochos, parte del eje Soapire.
El Socorro, ubicado en Mariche, es otro lugar donde se pueden observar plantaciones de árboles, lo que refleja la diversidad agrícola de este municipio. “En cada uno de estos ejes la producción de maíz y otros cultivos es una constante, celebrada y compartida entre el pueblo”, comentó el ingeniero.
Agricultura sostenible
Calvo sostiene que en el municipio de Paz Castillo los productores agrícolas mantuvieron una fuerte conexión con sus creencias ancestrales, las cuales influyeron en sus prácticas cotidianas. Sin embargo, con el paso de los años, sus sistemas de producción han ido cambiando debido a la necesidad de adaptarse a los retos actuales, como la lucha contra plagas, enfermedades y el cambio climático.
Dijo que los agricultores han comenzado a implementar técnicas agrícolas sostenibles que les permiten mejorar el rendimiento del maíz sin afectar el medio ambiente. Estas medidas incluyen la rotación de cultivos, el uso de variedades resistentes a las plagas y la integración de métodos orgánicos de control de plagas. «Estas estrategias no sólo apuntan a aumentar la productividad sino también a proteger la salud del suelo y los ecosistemas locales».
DATOS
- El 75% del área de Paz Castillo está plantada con maíz por agricultores locales. Eso es lo que más se cultiva en la zona.
- 160 localidades apuestan por el cultivo de cultivos como método económico de producción agrícola
- En Santa Lucía del Tuy se cosecharon 2.607 toneladas de maíz, pese al ataque del gusano cogollero.