

Las empresas deben pagar hasta el 15% de la nómina bruta (salario y bonificaciones) cada mes como aporte al sistema de pensiones, según el Proyecto de Ley Especial de Protección Previsional.
Según los resultados del proyecto, en ningún caso el salario base por empleado debe ser inferior al salario indexado de 130 dólares mensuales.
Además, el impuesto lo pagará cualquier empresa que realice actividad económica en Venezuela, independientemente de si tiene domicilio en el país o no.
Por otro lado, el proyecto de ley confiere al Presidente de la República la facultad de ajustar anualmente el porcentaje del aporte, el cual puede discriminarse según el tipo o clase de actividad económica.
La definición de la tarifa fija un máximo del 15% de la masa salarial integral, lo que indica que hay margen de acuerdo para que los empleadores negocien una tarifa más manejable con las autoridades, si corresponde.
Además, el artículo 8 del proyecto estipula que cuando las empresas entren en «determinadas categorías de contribuyentes especiales y sectores estratégicos para las inversiones extranjeras y el desarrollo nacional», el Presidente de la República podrá eximir a las empresas de esta contribución. El decreto que declare la absolución deberá regular sus condiciones.
También queda claro que el pago del aporte será mensual, descontado de los «costos para el cálculo del impuesto a la renta» y, además, será «diferente e independiente» de los pagos habituales al Instituto Social Venezolano. Seguridad (IVSS).
El Estado se hace cargo del 99% de la seguridad social
Antes de presentar la ley en el parlamento, la vicepresidenta de la república, Delsy Rodríguez, y otros miembros del gabinete económico, se reunieron con gremios empresariales, encabezados por Fedemaras, para presentarles el proyecto de ley.
Como parte de las discusiones, se acordó que la base de cálculo serían los costos salariales de las empresas. Los empresarios esperan ser invitados a un proceso de consulta para proponer nuevas enmiendas.
El vicepresidente Rodríguez dijo a la Asamblea Nacional que el Estado asume el 99% de los costos de la seguridad social, los cuales han disminuido seriamente la eficiencia como consecuencia de la crisis económica agravada por las sanciones impuestas por Estados Unidos a la industria petrolera.
“Quiero enviar un mensaje muy personal a los empresarios y empresarias de Venezuela; «Pon tu mano sobre tu corazón y di que no vale la pena poner una sonrisa en los rostros de tus padres y abuelos si podemos mejorar su estado destrozado y asolado por el crimen», dijo el funcionario durante un discurso en el parlamento.
Según datos oficiales, en Venezuela hay 5.500.000 pensionados y pensionadas, lo que cubre el 100 por ciento de la población adulta mayor del país.
Aspectos críticos
Durante el debate parlamentario, Luis Eduardo Martínez, diputado del ala oficialmente reconocida Acción Democrática, señaló que las empresas y los trabajadores en Venezuela cotizan al Instituto Venezolano de Seguros Sociales (IVSS).
Además, propuso que el 100% de los fondos obtenidos en la investigación del esquema de corrupción conocido como «PDVSA-Cripto» sean destinados a este fondo de pensiones, el cual será alimentado con un aporte especial de las empresas.
Por su parte, el economista José Guerra, director y fundador del Observatorio Financiero Venezolano (OVF), señaló que este aporte es claramente un impuesto a la nómina de las empresas y «como todo impuesto, se trasladará a los precios».
Para Guerra, además, la tasa de cotización es altísima y se sabe que ese es un aspecto crítico para las asociaciones empresariales, aunque según las fuentes consultadas no parece ser tema de discusión.
El economista José Guerra señala que no hay garantía de transparencia en el manejo de estos recursos, porque la existencia de este proyecto de ley revela, a su juicio, que el Instituto de Seguridad Social está «en quiebra».
Otro aspecto destacable es el ajuste del fondo salarial a la base equivalente al ingreso mínimo indexado, lo que puede afectar a las pequeñas empresas, ya que la cotización no se calculará sobre los costes salariales reales.
La consultora PwC Venezuela considera que la carga tributaria que pesa sobre las empresas en Venezuela ya es demasiado alta, equivalente al 63% de los ingresos, lo que ubica al país como uno de los mayores «infiernos financieros» a nivel internacional.
Sin embargo, el discurso del Gobierno es claro: «El crecimiento debe ser compartido entre y para todos, pero principalmente para los grupos más vulnerables, los más atacados por sanciones penales que exigen apellidos y el nombramiento de gringos», afirmó. El presidente de la AN, Jorge Rodríguez, durante la primera discusión de esta Ley.
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